Los fans de la Princesa del Pop, que hace unas semanas pusieron en marcha el movimiento #FreeBritney cuando se informó erróneamente de que se esta encontraba ingresada en una clínica de salud mental en contra de su voluntad, no parecen ser los únicos que consideran que la cantante necesita ganar ciertas parcelas de autonomía en su día a día.
No tan libre
Este viernes, la estrella del pop acudió a un juzgado de Los Ángeles acompañada de sus padres, Lynne y Jamie, para revisar los términos de la tutela que se estableció hace más de una década y que, en la práctica, otorga el control sobre sus finanzas y otros aspectos importante de su vida a su progenitor en calidad de su tutor legal.
Aunque los paparazzi no tuvieron acceso a la sala, donde solo se encontraban presentes la artista, sus padres y su equipo de abogados, además de la juez que lleva el caso, varios medios se han hecho eco de la petición que Britney habría realizado sin éxito para que se hicieran ciertos ajustes a los términos de su tutela y obtener así un margen limitado de independencia.
En espera
En respuesta, la juez solicitó que un grupo de expertos someta a la intérprete a una evaluación similar al que se realiza con los menores en los casos de divorcios y se espera que en la próxima vista, fijada para el próximo mes de septiembre, se aborde de nuevo su solicitud.
Problemas familiares
El portal TMZ va un paso más allá alegando que varias fuentes con conocimiento del caso aseguran que Britney habría acusado a su padre -con el respaldo de su madre para corroborar sus declaraciones- de internarla a la fuerza en el centro médico en que pasó varias semanas este abril y de obligarla a consumir ciertos medicamentos, a pesar de que en su papel de tutor no estaría en su mano imponer su criterio al de su famosa hija en esos asuntos relacionados con su salud, como apunta también el mencionado medio.