Todas queremos lucir únicas el día de nuestra boda y llevar el vestido más espectacular. Estas celebridades sí que se lo tomaron en serio.
Todas queremos lucir únicas el día de nuestra boda y llevar el vestido más espectacular. Estas celebridades sí que se lo tomaron en serio empujando los límites del tradicionalismo para lucir diseños realmente originales que quedaron en la memoria de todos.
El clásico vestido blanco de princesa quizás no sea apto para todos los gustos, pero definitivamente no lo fue para estas celebridades que decidieron romper el molde y unirse en matrimonio vistiendo trajes extraordinarios, algunos realmente bellos, otros que se quedaron en el intento y un par más que por desgracia se fueron directamente del altar al salón de la infamia. Conócelos todos y decide si te atreverías a llevar alguno.
Dita von Teese
¿Puedes imaginar una pareja más excéntrica que la estrella de burlesque y el cantante Marilyn Manson? Nosotros no. Pero la personalidad sombría del roquero y el fuerte sentido de la moda de von Teese armaron el conjunto perfecto para convertir una boda, que bien pudiera haber sido tétrica, en un evento muy elegante y original. La ceremonia se llevó a cabo en un castillo gótico de Irlanda, en el que la pareja intercambió sus votos a medianoche rodeada de rosas negras y rojas. Von Teese lució un asombroso vestido de novia diseñado por Vivienne Westwood en seda de tafetán color púrpura, con una falda voluminosa en contraste con un corsé de Mr. Pearl, que destacaba la diminuta cintura de la bailarina. Los accesorios que completaron su look nupcial fueron un sombrero triangular de Stephen Jones y zapatos de Christian Louboutin. Sólo ella podría llevar con elegancia un ajuar de bodas tan extravagante.
Marilyn Monroe
Viniendo de una de las mujeres más sensuales que ha pisado la Tierra, todo el mundo esperaba que luciera sus curvas en un vestido de novia un poco más sexy cuando se casó con el beisbolista Joe DiMaggio el 14 de enero de 1954. Para sorpresa de todos, la ceremonia fue muy simple y tuvo lugar en un juzgado municipal de la ciudad de San Francisco. La bella novia vestía un traje sastre color café oscuro con un cuello de piel blanca y un pequeño prendedor al centro. En lugar de ramo, Monroe llevaba un corsage de orquídeas blancas a juego con el cuello de su saco. Un estilo mucho más recatado de lo que la estrella regularmente utilizaba, pero sin duda elegante. El motivo de su atuendo fue que la boda, a la que sólo asistieron seis personas, se pensaba mantener en secreto, cosa que no se logró debido a que la noticia se coló a la prensa justo un día antes de la ceremonia. La pareja se divorció nueve meses más tarde.
Elizabeth Taylor
Es claro que a la actriz le encantan las bodas, en especial cuando ella es la novia. Así conoció a su quinto esposo, Richard Burton, en el set de la película Cleopatra, en la que trabajaron en 1961. Aunque los dos estaban casados en ese momento, se enamoraron y decidieron divorciarse de sus respectivas parejas para unirse poco después, el 15 de marzo de 1964, en Canadá. Para un romance poco tradicional, un vestido de novia igual, Taylor llegó al altar vistiendo un traje de chifón amarillo de corte imperio diseñado por Irene Sharaff, la encargada del vestuario de la cinta en la que se conocieron, y con flores trenzadas en su cabello para completar el look de ninfa. Según la actriz, quería verse hermosa, sencilla y diferente de cualquiera de sus otras bodas. La pareja se divorció, se casó de nuevo y se divorció de nueva cuenta en los años siguientes; tuvieron una relación un tanto compleja... por decir lo menos.
Gwen Stefani
Nada en la vida de la cantante es lo que llamaríamos estrictamente normal. Desde que apareció en escena con el cabello rosa y luciendo orgullosa su cuerpo sin curvas, marcó una diferencia abismal entre ella y el resto de las divas del poprock. Así que era de esperarse que el día de su boda con el músico Gavin Rosedale, “el día más especial en la vida de una chica”, fuera una ocasión más para echar a volar su imaginación y ser fiel a su estilo. El 14 de septiembre de 2002, la novia original se casó con un vestido de seda de escote asimétrico y la falda teñida de rosa, un diseño del extravagante John Galliano. El toque nupcial lo llevaba en un velo hermoso de encaje antiguo también creado por el diseñador. Aunque la ceremonia oficial fue en Londres, la pareja renovó sus votos dos semanas más tarde en la ciudad de Los Ángeles, ya que a Stefani le gustó tanto su impresionante vestido que quería ponérselo al menos una vez más.
Pamela Anderson
Esta novia saltó a la fama por correr en la playa en un traje de baño color naranja y es justo así como se convirtió de nuevo en noticia, sólo que esta vez el bikini era de color blanco y no se trataba de una escena cualquiera del programa Baywatch, sino de su propia boda. La actriz se unió al cantante Kid Rock el 29 de julio de 2006 a bordo de un yate en Saint Tropez y rompió todos los estándares de vestimenta para una boda de playa. Al momento de la ceremonia, Anderson lució un minivestido blanco de Heatherette, al terminarla, se cambió a su segundo traje de bodas, un bikini de Melissa Obadash y un gorro de marinero con el que, según la novia, podía festejar mejor. Además, así su look combinaría con el de su nuevo esposo, quien para entonces ya no tenía camisa. El único inconveniente fue que la boda resultó ilegal, pues Francia (país al que pertenece Saint Tropez) solicita una ceremonia civil en el Ayuntamiento y meses de residencia para hacer oficial un matrimonio.
Bianca Jagger
Bianca Pérez Morena de Macías, mejor conocida como la ex esposa de Mick Jagger, es la mujer nicaragüense que conquistó el corazón del líder de los Rolling Stones en la década de los setenta. La pareja se casó también en Saint Tropez, el 12 de mayo de 1971, en el Ayuntamiento local y ambos usaron trajes de corte moderno hechos a la medida por el diseñador Yves Saint Laurent. La novia lució un sensual sastre blanco de dos piezas con falda larga y chaqueta ceñida; lo interesante del atuendo es que no llevaba nada debajo del blazer, dejando entrever mucho más de lo que se atrevería una novia promedio. Una tendencia que, además de complacer al novio, pronto se puso de moda en todo el mundo. Para completar su look provocativo, utilizó esmalte rojo en sus uñas, un sombrero con un velo sostenido por flores y, a sugerencia del propio Saint Laurent, un corsage en la muñeca en lugar de ramo para dar un toque más elegante al diseño nupcial.
Camilla Parker Bowles
La pobre duquesa tuvo que soportar años de esconder su amor por el príncipe Carlos, críticas severas por parte de la sociedad inglesa y vivir a la sombra de la adorada princesa Diana para continuar con un romance secreto del que sabía el mundo entero. Después de 35 años de haberse conocido, el príncipe por fin decidió hacer oficial su relación y los enamorados eternos se casaron el 9 de abril de 2005 y, al parecer, la espera valió la pena. La duquesa se dejó consentir por todo un equipo de diseñadores que se encargaron de crear su ajuar para la boda. Su vestido de seda color gris azulado y el abrigo a juego con bordados y aplicaciones hechas en Suiza fueron diseñados por Anna Valentine y Antonia Robinson, el sombrero de plumas doradas y encaje francés fue una creación del reconocido sombrero Philip Treacy y los zapatos de tacón de cuatro centímetros, de Linda Bennett. Como toque final, un pequeño ramo de flores amarillas y blancas. Un estilo aprobado y aclamado por la monarquía inglesa que fue definido como elegante, glamouroso y femenino.
Mia Farrow
En la época en que enseñar las piernas estaba de moda, la actriz de El bebé de Rosemary aprovechó el auge de esta tendencia y la aplicó durante su boda con el cantante Frank Sinatra el 19 de junio de 1966. Su look fue una sensación entre las novias y algunos críticos de moda lo catalogaron incluso como vanguardista. Farrow lució un traje blanco de dos piezas, con falda en línea A a la altura de la rodilla y un saco de manga tres cuartos con dos filas de botones al centro. Su corte de cabello tipo Pixie y los pocos accesorios que utilizó, únicamente un brazalete discreto, le ayudaron a lograr un look moderno para la época, que rápidamente se puso de moda entre las futuras esposas. La ceremonia, que tuvo lugar en Las Vegas, fue muy corta, al igual que su matrimonio, pues la diferencia de casi 30 años de edad entre los novios hizo que su relación sólo durara dos años.
Yoko Ono
La igualmente odiada y amada viuda de John Lennon se casó con el famoso integrante de los Beatles el 20 de marzo de 1969 en la ciudad de Gibraltar. Para su boda, la feliz novia lució un minivestido blanco de manga tres cuartos y con holanes en la falda, muy al estilo de los años sesenta. ¿Tacones y velo? No para Ono. Ella decidió usar calcetas altas con zapatos tipo tenis, un sombrero de playa y, para sellar con broche de oro, los clásicos lentes de sol redondos que le gustaba usar a la pareja. Aunque estamos de acuerdo en que no es el típico vestido de princesa con el que sueña la mayoría de las novias, es el que mejor le queda a la personalidad excéntrica de la artista japonesa. Lo más interesante de esta unión no fue la boda en sí, sino la luna de miel, la cual convirtieron en un evento mediático en favor de la paz, pues se recluyeron en una habitación de hotel durante siete días, dejando que laprensa les tomara fotos en la cama.
Audrey Hepburn
Esta actriz es una de las bellezas clásicas del cine estadounidense y su porte inspiró a las casas de moda más importantes del mundo. ¿Quién podría olvidar lo bien que lucía vestida de Givenchy en Desayuno con diamantes? Cuando la estrella de Hollywood se casó el 26 de septiembre de 1954 con el actor Mel Ferrer, con quien trabajó en la cinta Guerra y paz, cautivó una vez más al mundo con su sofisticado estilo para vestir. Su traje de novia representa a la perfección la moda de los años cincuenta, una cintura muy marcada, falda amplia con mucho volumen a la altura de la pantorrilla y un escote conservador, diseñado nada menos que por Balmain. El detalle original fueron las mangas abultadas de organza yel cuello alto, que lucían aún más por el pelo corto de la actriz, el cual decoró con pequeñas rosas blancas. Aunque es un vestido muy sencillo, es uno de los más reproducidos por las marcas de vestidos de novia vintage. El matrimonio duró 13 años y tuvieron un hijo.
Linda Eastman
Era el año de 1967 y la fotógrafa profesional Linda Eastman se encargaba de tomar las fotos de la gira de los Beatles cuando uno de sus integrantes, Paul McCartney, se enamoró de ella. Dos años más tarde, el 12 de marzo de 1969, se casaron en una ceremonia sencilla en la oficina de registro de Marylebone, en Londres. Para su boda, Linda eligió un vestido corto de color beige y corte imperio, pero lo que realmente destacó fue su abrigo amarillo brillante que combinaba con la corbata del músico. La hija de seis años de Linda, de un matrimonio anterior, estuvo en todo momento con ellos. Su matrimonio duró hasta que Linda falleció de cáncer de mama en 1998.
Raquel Welch con Patrick Curtis
Cada novia viste de acuerdo con su época, pero de vez en cuando aparece una que se adelanta a su tiempo luciendo diseños que sus contemporáneas comprometidas no usarían jamás. Tal es el caso de la actriz Raquel Welch, quien aprovechó su condición de sex symbol para lucir un minivestido de encaje semitransparente el día de su boda con su mánager, Patrick Curtis, en 1967. Una mujer a la que se le conocía como “el cuerpo” podía darse el lujo de apoyarse en la revolución sexual del momento y usar un vestido que dejara al descubierto gran parte de sus atributos. En ese entonces fue admirada, pero hoy es difícil imaginar a una novia que pueda llevar un vestido así y recibir las mismas críticas. Tú, ¿qué prefieres?: dejar huella con un vestido extraordinario o usar un clásico atemporal que, aunque tal vez no tenga mucho impacto, se verá igual de bello hoy y mañana. Inspírate en estas novias y atrévete a ser diferente.