Este año los Grammy rindieron un merecido tributo al legado musical de The Beatles, que continúa vivo e influyente
El año 1964, en que los Cardinals ganaronla serie mundial, Ed Sullivan negoció por 10.000 dólares -para su show de televisión- tres presentaciones del grupo musical británico The Beatles. Éste no era del todo desconocido en Estados Unidos, pues sus canciones habían comenzado a sonar en la radio, y cuando llegaron a Nueva York a bordo del vuelo de Pan Am 101, el tema I Want to Hold Your Hand había alcanzado el No. 1 en la lista de Billboard. Por eso The Ed Sullivan Show recibió 50.000 solicitudes para ocupar las 728 plazas en el teatro donde se hacía el programa en vivo cada domingo.
El grupo sabía que el disco se estaba vendiendo bien del otro lado del Atlántico, pero no fue hasta que el avión aterrizó en el aeropuerto John F. Kennedy -cuyo nombre había sido cambiado en diciembre de 1963-, cuando John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr fueron recibidos por miles de fans, que supieron “lo que estaba sucediendo”. La Beatlemanía -un hecho en Gran Bretaña- se había desatado también en Estados Unidos.
Las barricadas frente al Hotel Plaza, para detener a los fanáticos del grupo. Derecha: Un grupo de fans en el aeropuerto John F. Kennedy, en Nueva York. Fotos: AP y Getty Images
Los que predijeron que “eso era algo pasajero” jamás imaginaron que 50 años más tarde estaríamos celebrando lo que sucedió entonces, porque esos cuatro talentos revolucionaron la música de tal manera, que podemos hablar de antes y después de The Beatles. Cada generación descubre, admira y se conecta con el sonido de Liverpool, ya que habla el lenguaje eterno de la música.
En aquella noche mítica para la televisión estadounidense, 73 millones de personas sintonizaron el programa para poder ver y escuchar el fénomeno de los “inglesitos melenudos”. Tan pronto como The Beatles comenzaron con: Close your eyes and I’ll kiss you / Tomorrow I’ll miss you... la magia de la música ejerció el sortilegio: el público televidente quedó prendado por su ritmo y su melodía incomparables. Si quedaba duda del talento, de que podían cantar mucho más que rock’n roll, McCartney interpretó un tema de Music Man:There were bells on a hill. But I never heard them ringing...
Ed Sullivan obtuvo uno de sus mayores logros; después de tres presentaciones, el grupo se despidió cantando I Want to Hold Your Hand... Y se llevaron el corazón de Estados Unidos, pero antes se presentaron en concierto en un auditorio deportivo donde se jugaba hockey y se realizaban peleas de boxeo: el Uline Arena, al noreste de Washington. En el cuadrilátero transformado en escenario, los fans deliraron de emoción durante 35 minutos. Cincuenta años más tarde, The Beatles continúa reinando tal y como fue evidente en el merecido homenaje que tuvo lugar durante la entrega de los Grammys. No obstante la separación del grupo y las muertes de John Lennon y George Harrison, el motivo es muy sencillo: la música contemporánea no sería lo que es sin la revolución de John, Paul, George y Ringo.
Paul McCartney y Ringo Starr en el Tributo a The Beatles en los Grammy, 2014. Foto: Getty Images