Desde hace muchos años no hago comedia en el cine, pero cuando leí este guión me gustó, porque es inteligente e inspirador, dijo la protagonista de “Treintona, soltera y fantástica”
El l7 de octubre llegó a las pantallas la nueva película mexicana Treintona, soltera y fantástica, inspirada en el libro de Juana Inés Dehesa y dirigida por Chava Cartas, con Bárbara Mori en el rol protagónico. VANIDADES conversó con la popular y exitosa actriz sobre su más reciente aventura en el cine, en un género en el que hacía una década no incursionaba: la comedia.
Después de haber protagonizado casi una decena de películas, ¿te has acostumbrado a los estrenos o te siguen provocando nerviosismo?
¡Toda la vida! El día que eso me deje de pasar creo que me dedico a otra cosa.
¿Hacer comedia es más exigente, requiere un estado de espíritu especial?
Hay gente que dice que la comedia es más difícil. ¡Quién sabe! Lo que me pasó con Inés, la protagonista de Treintona, soltera y fantástica, es que llegué a ella con la densidad en que habitaban mis personajes anteriores. Entonces lo primero que tuve que resolver fue sacarme todo eso, ser fresca, vivir en el presente, porque Inés no carga con ningún tipo de resentimiento.
¿Hay cosas en común entre Inés y tú?
Al igual que Inés, vivo la vida con alegría y durante mi carrera he tomado, arriesgándome a equivocarme, decisiones y caminos que no son los que suelen tomar las personas de mi oficio. Muchas veces he ido en una dirección contraria a la del común denominador y eso es lo que hace Inés en la película. Ella tiene una familia supertradicional, que la presiona porque considera que, a sus treinta y tantos años, ya debería estar casada y con hijos. De pronto, cuando no encuentra su lugar en el mundo, se confunde y se pregunta si debe tratar de encajar a la fuerza en el estándar que le propone la sociedad. Y lo intenta, pero no se siente cómoda y busca su propio camino. Como actriz, me divertí muchísimo en el set con Inés. Ella no es un personaje chistoso, lo cómico es lo que sucede a su alrededor, porque es una comedia de situaciones.
¿Crees que la película va a tocar al público femenino?
No tengo la menor duda. Y no solo las treintonas se van a identificar con la protagonista, sino también las mujeres que ya dejaron atrás esa edad. Tengo amigas de cuarenta y tantos que se vieron reflejadas en Inés. Las veinteañeras también se van a sentir tocadas, porque la película habla del momento que está viviendo la mujer en México y en el mundo, de su empoderamiento, su creciente independencia, su voluntad para salir adelante sin tener necesariamente a un hombre al lado; aunque también habla de la búsqueda del hombre ideal. Lo que me decidió a hacerla es que toca problemas universales, como cuál es nuestro lugar en la sociedad, el temor al rechazo y el peligro de modificarnos solo para agradar y cubrir las expectativas de otros. Es una película que invita a pensar en lo que queremos ser, en lo que en verdad soñamos como personas.
¿Eres cinéfila?
Me encanta ver películas. Me gusta mucho el cine argentino, sobre todo el de un director llamado Juan José Campanella. Un día, en Chile, me metí sola en el cine a ver su película Luna de Avellaneda y quedé encantada, porque tuve la sensación de estar dentro de la trama, de formar parte de sus personajes. Campanella cuenta sus historias de una forma cotidiana, increíblemente maravillosa, y desde entonces he visto todas sus películas. Me gusta también el cine español, pero no soy fan de las películas taquilleras de Hollywood.
Quizás te veamos en una película dirigida por Campanella.
¡Sería un sueño hecho realidad!
Muchas actrices, en un momento de su carrera, se sienten atraídas por la idea de dirigir. ¿Te ha sucedido lo mismo?
Sí, esa inquietud me entró hace unos cinco años y me fui a estudiar dirección de cine a la New York Film Academy. Ahí descubrí que me encanta escribir y dirigir, y quizás en algún momento lo haga. Me gustaría que fuera una película sobre cómo todos venimos a este mundo a aportar algo, cada quien desde su trinchera.
¿Cómo definirías a Bárbara Mori?
Es difícil def inirse... Es una mujer valiente, que ha sabido sobrevivir con dignidad, que se considera sumamente afortunada y con muchas ganas de vivir para seguir aprendiendo.
Tu abuelo paterno era japonés. ¿Sientes que hay algo de la cultura japonesa en ti?
Crecí con mi abuelo, que era japonés descendiente de samurái, comiendo pescado crudo y arroz blanco, y muy cerca de su cultura. Tuve la oportunidad de viajar por primera vez a Japón hace cuatro años y en cuanto llegué sentí que estaba en mi casa, que todos los japoneses con los que me topaba eran mi abuelo y mi familia. Siento que parte de mi personalidad, de mi disciplina, de cómo percibo el mundo, de mi concentración y de mi tenacidad para cumplir las metas, aunque me cuesten mucho trabajo, es herencia de mi abuelo, un legado de la cultura japonesa.
¿Cómo te imaginas dentro de 10 años?
No soy de ?futurear?. Digamos que espero seguir aquí mañana, haciendo lo que me gusta y siendo feliz.
