Los inicios de la carrera de los Jonas Brothers se vieron ligados al rock cristiano y, de manera indirecta, a los anillos de castidad que simbolizaban su compromiso de “esperar a la persona idónea y el momento adecuado” para perder la virginidad. Eventualmente, los hermanos se fueron deshaciendo de esa polémica joya, que ellos jamás consideraron algo extraño al tratarse de la norma en el ambiente en que crecieron como hijos de un reverendo, pero no sin que antes marcara para siempre su visión del sexo, según confesó ahora el menor de los tres, Nick Jonas. “Lo más descorazonador de todo ese capítulo de nuestras vidas es que con tan solo 13 o 14 años mi vida íntima estaba siendo debatida de forma pública. En aquel momento resultaba muy difícil digerirlo, intentando descubrir qué significaría para mí y qué decisiones quería tomar, al mismo tiempo que los medios hablaban sin parar de mi vida sexual. No creo que eso mismo resultara aceptable a día de hoy”, comentó en una entrevista al periódico The Guardian.
No todo se hereda
Con base en su experiencia, el cantante ha decidido que cuando le llegue el turno de debutar en la paternidad -su hermano mayor ya es padre de dos niñas junto a su esposa Danielle- abordará una actitud muy diferente a la que marcó su infancia en material de educación sexual. “Los valores tras el concepto del sexo, y lo que significa, son muy importantes. Cuando tenga niños, me aseguraré de que comprendan lo importante que son tanto las relaciones sexuales como el consentimiento y todas las demás cosas que son vitales en ese sentido”, aseguró.