El libro de memorias de Demi Moore, titulado Inside Out, ha arrojado nueva luz sobre la difícil infancia de la estrella de Hollywood -marcada por los problemas de adicción de sus padres-. También trata de su vida personal sin tratar de ignorar los aspectos más íntimos o desagradables de sus matrimonios con Bruce Willis y Ashton Kutcher o su difícil relación con sus tres hijas, con quien ella misma reconoce que dejó de hablarse durante una larga temporada.
Se destapan secretos
En el caso de los años que pasó con su segundo marido, la intérprete de 56 años habló largo y tendido en las últimas semanas de promoción acerca de las infidelidades del entonces joven actor, con quien comenzó una relación sentimental cuando él tenía 25 años y ella 40, o la traumática experiencia que supuso perder el bebé que esperaban -una niña a la que planeaban llamar Chaplin Ray- cuando Demi sufrió un aborto en el sexto mes de gestación. Ahora ella quiso aclarar que Ashton estaba al corriente de la información que planeaba revelar en su libro y que, en algunos casos como el de su embarazo, no era de conocimiento público. “Hablé con él, sí", explicó a su paso por el programa The Ellen Show, donde aprovechó para matizar uno de los puntos más polémicos que aborda en su autobiografía: los encuentros sexuales que ellos mantuvieron como pareja con otras mujeres y que, según el punto de vista Demi, su entonces marido trató de utilizar más tarde para justificar sus propias aventuras extramatrimoniales. “No creo que deba de interpretarse como que él me obligó a participar en tríos. Una vez más, hay que tener en cuenta que se trata de mi perspectiva de lo ocurrido. Creo que él simplemente compartió una fantasía suya y fue mi empeño por complacer a los demás e intentar ser lo que creía que se esperaba de mí [lo que me llevó a aceptar]”, matizó la actriz, que insiste en que no quiere “crear villanos”.