En su libro, el actor francés, icono del sex appeal, habla de todas las mujeres de su vida
Alain Delon siempre ha sido uno de los hombres mas guapos y seductores del cine. Y durante los años 60, 70 y 80 las mujeres (¡literalmente!) caían rendidas a su paso. Con sus bellos ojos azules, su sexy despeinado y su aire de chico malo, ¡arrasaba dondequiera que fuera! En aquellos años del famoso “cine de autor”, para grandes directores como Luchino Visconti, Michelangelo Antonioni, René Clément y Louis Malle, tener a Alain Delon en sus filmes era garantizar su éxito. Ahora, a los 75 años cumplidos, el actor vive plácidamente en Suiza y sigue haciendo estragos sentimentales, con su pelo plateado y su aire sexy de Casanova ligeramente cansado por la intensa vida que ha llevado, pero aun así, ¡irresistible!
Por eso su libro de fotos y memorias Las mujeres de mi vida -Editorial Carpentier Didier, en colaboración con Philippe Barbier y con un prólogo de su amiga Brigitte Bardot- es fascinante y se ha convertido en un éxito de ventas, con más de 300 fotos de su colección personal y comentarios del actor. Fotos nunca vistas que nos llevan a la intimidad de Delon y a su colección de mujeres. Y a la vida amorosa de un hombre seductor, para quien el paso de los años solo le ha acentuado su sex-appeal. El libro “es para dar gracias a todas las mujeres que me han amado y he amado”, dice Delon, y habla muy bien de todas ellas, afirmando que “no sería nadie sin las mujeres de mi vida, que tanto en carne viva como en roles cinematográficos, me han marcado. Me han hecho reír y me han hecho llorar”. Su primer gran romance público fue en 1959 con la bella actriz Romy Schneider, entonces de solo 20 años y ya muy famosa por protagonizar los filmes de Sissi.
Siempre seductor. Aquí besando a Laury Thilleman, Miss Francia 2011
Con Romy vivió cuatro años, pero después la engañó con la modelo-actriz holandesa Niko, con quien tuvo a su hijo Christian Aaron en 1962. Sobre Romy, el actor dice guardar en su memoria “recuerdos llenos de dulzura y su sonrisa, pues cuando sonreía, el mundo se llenaba de alegría. Pero ella era muy inocente y yo un lobo endurecido por mis años en la guerra de Indochina y no supe serle fiel”.Después de dejar a Romy en 1963, lo que rompió el corazón de la actriz, Delon se casó inesperadamente en 1964 con Nathalie Canovas Barthélemy -conocida ahora como Nathalie Delon-, madre de su muy guapo hijo, el actor Anthony Delon. La pareja se divorció en 1969 porque “nos parecíamos demasiado y teníamos ya una relación casi de hermanos”, dice Delon, y porque, siguiendo el patrón de la infidelidad, ya había llegado a su vida la famosa actriz Mireille Darc, con quien vivió felizmente hasta el año 1982.
La mujer de su vida lo ha sido sin duda Mireille, a quien él llamaba Mimi: “Ella me amó y me apoyó como nadie durante los años que estuvimos juntos. Fueron años difíciles, pues soy un hombre muy difícil. Y creo que todavía nos queremos, porque un amor así nunca se acaba. Mimi me conoce mejor que nadie, y vivir tantas cosas juntos nos creó una complicidad imborrable”. Mireille, a su vez -aunque ya tiene otra relación y luce regia a sus 73 años- afirma que Delon era “el hombre de mi vida y aun ahora, cuando siento que algo puede estarle pasando, le envío un mensaje de texto para asegurarme de que está bien”. Eso a pesar de que Delon -en su rol de conquistador infiel, que ha sido siempre su favorito?- en 1987, olvidó su amor por Mireille y se enamoró de la jovencísima modelo holandesa Rosalie van Breemen, ¡31 años más joven que él! Juntos tuvieron dos hijos: la bella actriz Anouschka Delon, de 21 años, que él llama “la mujer de mi vida en estos momentos y con quien viví la emoción más grande del mundo al actuar juntos recientemente en un teatro parisino”, y Alain-Fabien, de 17 años. La relación terminó cuando la modelo lo dejó, después de 14 años de casados, por el multimillonario industrial Alain Afflelou (llamado “El rey de las ópticas”) y Delon quedó abandonado y sorprendido. "¿Cómo pudo pasarme eso?”, se pregunta.
A lo largo de su carrera, el actor -quien también cantaba y grabó discos- no solo tuvo romances con estas famosas, sino con muchas otras, como la cantante egipcia Dalida, su acompañante durante un tiempo: “Entonces se llamaba Yolanda Gigliotti, había sido Miss Egipto 1954 y compartimos una covacha en un hotel parisino”. Cuando años más tarde Dalida se suicidó, Delon cuenta que tuvo “la enorme tristeza de no haberla llamado aunque fuera por teléfono, antes de que se quitara la vida”. La bella actriz austríaca Marisa Mell ?muy famosa por sus filmes italianos? fue otra conquista en los años 60, y en su libro Coverlove escribió que Delon “era un hombre demasiado bello, que tenía como misión conquistar a todas las mujeres que se le acercaban. En la cama era el hombre más ?animalmente? apasionado que he conocido... algo imposible de describir. Y así me conquistó locamente”.
Por supuesto, Delon la dejó -igual que a Romy- por Nathalie. ¡Típico casanova en acción! Alain Delon se crió falto de afecto, sin sus padres, en una serie de hogares adoptivos. Abandonó sus estudios a los 14 años y trabajó como carnicero, hasta que a los 17 años se fue de voluntario a la sangrienta guerra de Indochina y su vida cambió. Cuando regresó a Francia, después de estar en la cárcel por “conducta indisciplinada” y de trabajar como camarero, el guapo Delon fue invitado por su amigo, el actor Jean-Claude Brialy, a asistir con él al Festival de Cine de Cannes... ¡y el resto es historia! Su éxito en el cine fue meteórico, y a los 23 años era llamado “el Brigitte Bardot masculino”, y los grandes directores se lo rifaban como “el nuevo James Dean del cine”. Las malas lenguas decían que el director italiano Luchino Visconti se fascinó con el bello Delon cuando lo dirigió en la cinta Rocco y sus hermanos, y aquello dio mucho que hablar.
Así luce el día de hoy, aún atractivo a sus 75 años
Delon volvió a trabajar con Visconti en la muy famosa El leopardo y filmaba todas las cintas que le ofrecían, incluyendo la célebre Borsalino, junto a Jean-Paul Belmondo. Con sus personajes de gánster o de policía, donjuán por excelencia, hombre cruel o tipo divertido y de acción... la carrera de Alain Delon es un ejemplo de diversidad y continuidad. Ganó el César como Mejor Actor por su trabajo en Nuestra historia, en 1984, y recibió magníficas críticas como el barón de Charlus en Swann enamorado, sobre el libro de Marcel Proust. En 1997, el actor se retiró del cine oficialmente, y enseguida abrió un negocio de relojes y de gafas de sol, los que él puso de moda en su época dorada, y lanzó unos cigarrillos que llevan su nombre.
De momento, Delon está viviendo solo y sin amores. Aunque dice que “quiere escapar de los cintillos”, en el mes de julio volvió a ser noticia cuando su hijo Alain-Fabien fue acusado de herir de un tiro a una jovencita en una alocada fiesta en la casa de su padre en Ginebra. El actor no se encontraba allí, pero salió a defender a su hijo. Ya en 1969, el guardaespaldas del actor había aparecido muerto en un latón de basura de su casa y Delon se había visto envuelto en un gran escándalo, aunque las sospechas no recayeron en él ni en su mujer. Sin embargo, esa situación sacó a la luz la vida privada del actor con todos los detalles y muchos se preguntaron por qué Delon necesitaba tener un guardaespaldas, lo que era poco usual en aquellos años entre los famosos.
El asesinato también tuvo ramificaciones que involucraron tanto a políticos como a personajes mafiosos de Francia, aunque el actor salió indemne del mismo. La vida de Alain Delon, como ven, ha sido complicada y muy agitada, y es interesante notar que, a pesar de amar a tantas mujeres guapas y de tener varios hijos, puede ser que al final termine completamente solo. Solo con su maravillosa colección de fotos personales, que ahora comparte con nosotros. Solo con sus innumerables recuerdos. Solo en su casa de Ginebra, tan lejos de su adorado París y de sus muchas mujeres, especialmente de su hija Anouschka, quien, según todos los que lo conocen, es su adoración y su razón para seguir viviendo. ¡Este patrón de vida se ha repetido en muchos otros playboys famosos y parece ser el destino del típico casanova!
¿Algo muy curioso? La frase que escribió Brigitte Bardot en el prólogo del libro, cuando de manera casi tétrica afirma que para su amigo Alain Delon, “la muerte será la última mujer de su vida y a ella también la sabrá conquistar”.