La primavera-verano 2025 ha llegado con una clara apuesta por el brillo natural y los tonos cálidos. En ese contexto, las técnicas de coloración que imitan los reflejos del sol se han vuelto las más solicitadas en los salones de belleza. Si estás pensando en un cambio sutil pero favorecedor, seguramente ya escuchaste hablar del clásico balayage y de su nueva y sofisticada alternativa: las woodlights.
Ambas propuestas buscan un acabado natural, sin líneas marcadas, pero ¿en qué se diferencian realmente? Y más importante aún, ¿cuál es la mejor opción para ti, según tu estilo de vida y el tipo de cabello que tienes?
Balayage: la técnica que no pasa de moda
El balayage se ha convertido en un clásico de la coloración. Nacido en Francia, su aplicación a mano alzada permite crear un efecto degradado que va desde medios hasta puntas, sin tocar la raíz. El resultado es una melena con luz y movimiento, muy natural, perfecta para quienes quieren renovarse sin cambios drásticos.
Uno de sus grandes beneficios es el mantenimiento: al no intervenir directamente la raíz, el crecimiento del cabello no interrumpe el efecto visual del color, lo que permite espaciar los retoques por varios meses. Esto lo hace ideal para mujeres con una agenda apretada, que prefieren un look práctico pero con estilo. Además, se adapta bien a diferentes longitudes de cabello y tonos base, desde rubios hasta castaños claros.
Woodlights: la nueva coloración para las morenas
Por otro lado, las woodlights llegan este 2025 como una evolución más refinada y rica en matices. Inspiradas en la calidez de los tonos de la madera, estas mechas se aplican de forma más estructurada, con secciones finas y estratégicamente ubicadas que aportan luz y profundidad. Los tonos predominantes son el caramelo, miel, avellana y chocolate, lo que las convierte en una opción ideal para mujeres de cabello castaño medio a oscuro.
Aunque el efecto sigue siendo natural, las woodlights tienen una apariencia más pulida y elegante que el balayage. Son perfectas para mujeres que buscan un resultado más definido, pero sin perder naturalidad. Eso sí, requieren un poco más de mantenimiento: al aplicarse cerca de la raíz, se aconseja retocar el color cada dos o tres meses para mantener el efecto impecable.
¿Cuál conviene más: balayage o woodlights?
Elegir entre balayage y woodlights depende de tu ritmo de vida y del resultado que deseas lograr. Si buscas un look relajado, que se mantenga bien con poco esfuerzo, el balayage sigue siendo una excelente opción. Pero si te encanta lucir tu cabello siempre perfecto y tienes tiempo para acudir al salón con regularidad, las woodlights te darán ese acabado sofisticado que transforma por completo la melena.
Cada técnica tiene su encanto. Lo más importante es que la elección se alinee con tu personalidad, tu rutina y la imagen que deseas proyectar. Y si aún no te decides, muchos estilistas ya están combinando ambas técnicas para lograr un efecto aún más personalizado y multidimensional: iluminación sutil en la parte superior con detalles más marcados en las puntas.
Una fusión que, sin duda, es el nuevo lujo discreto de esta temporada.