Los hilos tensores representan la opción para recuperar la calidad de tu piel, repararla y producir colágeno
Para muchas mujeres los efectos de la edad pueden resultar un motivo de ansiedad y preocupación al darse cuenta de la forma en que su rostro y cuerpo se transforman, debido a varios factores como el tiempo, medio ambiente, estrés y, a nivel corporal, por los embarazos o cambios frecuentes de peso que derivan en flacidez, celulitis y la aparición de estrías. Y es innegable que sentirse atractiva no responde en exclusiva a una necesidad estética, se trata además de un elemento, el cual suma para fortalecer la seguridad personal, y aunque parezca ajeno, también influye en la salud física y emocional, de ahí que poner atención en la apariencia no es un asunto superficial.
Darle vida a tu aspecto
Antes, hablar de recuperar la imagen juvenil se limitaba a cirugías plásticas con todos los riesgos que ello representaba, desde tener que someterse a una anestesia general hasta perder los rasgos faciales naturales; sin embargo, los doctores Alexandra y Sergio Rada, un matrimonio de origen colombiano, han desarrollado una técnica de rejuvenecimiento que prometen excelentes resultados con todas las ventajas: sin dolor, con una pronta recuperación, además, a un costo mucho más accesible que una cirugía ordinaria y, lo más importante, sin alterar el rostro.
Rada explica que, en la actualidad, el método de los hilos tensores es uno de los procedimientos más efectivos, ya que elimina las arrugas, desaparece la papada y levanta zonas del rostro que con los años tienden a hacerse flácidas, como son las mejillas y los párpados.
La técnica también puede aplicarse en otras partes del cuerpo, como abdomen, glúteos, brazos y piernas; en estos casos la idea es contrarrestar la celulitis, levantar y reafirmar estas áreas.
Su sistema es muy completo: lo primero que utilizan es un tratamiento exfoliante a manera de preparar la piel para los siguientes pasos; a continuación, con unas agujas muy finas que penetran por debajo de la epidermis, se inyectan unos hilos que contienen colágeno, esto con la intención de potenciar su producción, la cual a partir de los 30 años empieza a descender, y es oportuno señalar, éste constituye el único método capaz de acelerarla durante un año.
Luego de 10 días se realiza la segunda visita, aquí se colocan los hilos tensores que, de igual manera, se introducen por medio de una delicada aguja y se colocan en forma de red para darle soporte al rostro, luego se estiran poco a poco hasta el punto de desaparecer las arrugas, las líneas de expresión y levantar esas partes que lucen caídas. Tras unas semanas, los hilos son reabsorbidos por la piel y, por ende, no es necesario retirarlos.
Tan suave como efectiva
Algo que resalta la especialista es que se trata de una intervención en extremo sencilla y que no arriesga en ningún momento el bienestar de la paciente, pues por lo general no se requiere anestesia, a menos, dice, que la persona lo solicite y aun en estos casos se recurre a la misma que utilizan los dentistas, la cual es muy suave y no representa ningún riesgo.
Después de 20 minutos de esta sencilla intervención, quienes se someten a ella pueden salir andando por su propio pie y luciendo un rostro 10 años más joven, todo con la seguridad de que no es un efecto momentáneo, porque de fondo, lo que se logra es que la piel comience un proceso de renovación.
?La gran diferencia en el uso de estos hilos es que nosotros no cortamos la piel, sino que se le da vida por medio del colágeno, ese nutriente que con el tiempo nuestro cuerpo deja de producir y es la causa del envejecimiento. Así que los hilos, a diferencia de las cirugías estéticas, mejoran la calidad de la tez y la nutren; otra disparidad entre ambos procedimientos es que una persona que se opera a temprana edad envejece más rápido, porque sólo se hacen cortes y el proceso de deterioro continúa, pero ahora sobre una epidermis más dañada?, puntualiza la especialista.
Accesible y nada doloroso
En cuanto al costo, resulta cuatro veces más económico que una cirugía plástica, y lo mejor es que su efecto dura de tres a cinco años, dependiendo del tipo de piel. Tanto en rostro como en cuerpo, se pueden utilizar los hilos tensores en cualquier momento de la vida justo por todas sus bondades.
Alexandra Rada puntualiza que cuando se trata de trabajar el rostro para rejuvenecerlo se le da tratamiento hasta el cuello, y por ello es necesario integrarlo debido a que es justo en la piel de esta zona donde más se refleja la edad de cualquier persona, incluso de manera más notable que en la cara. Asimismo, mejorar la apariencia mediante esta intervención no es el único objetivo; cuando un paciente llega a las manos de esta doctora colombiana, ella se encarga de enfatizar la relevancia de adoptar hábitos saludables que permitan mantener por más tiempo los efectos del procedimiento y lograr que la verdadera belleza surja de adentro hacia afuera, procurando la salud, el bienestar y el equilibrio emocional, piezas clave para lucir estupenda.
Para cualquier zona
Los hilos tensores se utilizan también para amoldar diversas partes del cuerpo, eliminar la flacidez y mejorar la apariencia de la celulitis. Al respecto, la doctora Rada recuerda el caso de una mujer de 19 años de edad, que llegó a pesar más de cien kilos y quien recurrió en primer lugar a su esposo, el doctor Sergio Rada.
Él la ayudó a perder peso de manera sana y con conciencia física para que más tarde se complementara mediante la implantación de los hilos en el vientre, las piernas y los brazos.
Los resultados fueron magníficos, luego de someterse a este procedimiento fue posible que obtuviera un cuerpo firme, y los logros médicos también son impresionantes, pero para ambos especialistas la mayor satisfacción fue haber contribuido en cambiarle de manera radical la vida a esta joven que a partir de entonces recuperó su autoestima.
En la experiencia de la especialista, una persona que recurre a un procedimiento estético lo hace inspirada no sólo por buscar lucir mejor, sino por recobrar su confianza; y los resultados en todo sentido, asegura, resultan satisfactorios, con la tranquilidad de que a la par de la apariencia está la salud.
La magia no existe
Alexandra Rada recomienda que al momento de someterse a un procedimiento de este tipo, es necesario poner en práctica hábitos de vida saludables, como los siguientes:
1. HACER EJERCICIO: Los hilos pueden ayudar a estilizar la figura, sin embargo, los músculos requieren de la actividad para fortalecerse y desarrollarse.
2. ALIMENTARSE DE FORMA EQUILIBRADA: Una nutrición completa es indispensable para que el organismo reciba los nutrientes necesarios que le ayuden a mantenerse sano y cumpliendo con sus funciones naturales.
3. DISFRUTAR DE UN SUEÑO REPARADOR: Es parte de los cambios que se necesitan para que cualquier intervención funcione, porque durante el periodo de reposo es cuando se lleva a cabo la reparación celular.
4. FORTALECER LA AUTOESTIMA: Un punto que enfatiza, pues, ningún tratamiento estético tendrá impacto si se carece de seguridad personal o de estabilidad emocional.
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