En el universo de la belleza, la ciencia no deja de sorprendernos con innovadoras tecnologías que buscan realzar nuestra piel. Entre ellas, destaca la terapia de luz LED, un tratamiento no invasivo que utiliza diferentes longitudes de onda de luz para estimular las células y obtener resultados visibles en tiempo récord.
A diferencia de otros tratamientos, la terapia de luz LED es segura, indolora y apta para todo tipo de pieles, incluso las que tienen problemas de acné o son sensibles. Los beneficios son múltiples, y en mucho depende el color de la luz.
Esta terapia ha ganado cada vez más popularidad en el campo de la estética y el cuidado de la piel. Se trata de una tecnología innovadora que utiliza longitudes de onda específicas de luz para estimular procesos naturales en la piel, llevándola a un nivel superior de salud y belleza.
Efectos de la luz LED en la piel
Si bien, hay muchos entusiastas de esta terapia. Para Harvard, la evidencia no es concluyente: “los expertos dicen que es demasiado pronto para saber si estos dispositivos son efectivos. Algunos estudios pequeños se han mostrado prometedores para ciertas afecciones, dice la Dra. Elizabeth Buzney, profesora asistente de dermatología en la Facultad de Medicina de Harvard”.
Todo comenzó con un experimento en el laboratorio, según relata National Geographic: “A mediados de la década de 1960, un médico húngaro llamado Endre Mester apuntó con un láser de baja potencia la piel afeitada de un ratón. Aunque estaba probando los impactos en el crecimiento del tumor, observó un efecto secundario inesperado: la luz roja parecía estimular el crecimiento del cabello y, en estudios posteriores, la curación de heridas”.
Hoy en día, la terapia con luz LED, o fotobiomodulación (PBM) está disponible hasta en dispositivos para aplicar en casa, y se recomienda desde para tratar problemas de pigmentación, pasando por acné, hasta signos de la edad.
Qué color de Luz LED para tratar qué
A través de diferentes longitudes de onda de luz, esta tecnología estimula las células de la piel para obtener resultados visibles. Las más comunes son:
- Luz roja: Se usa para tratar arrugas, líneas de expresión y flacidez estimulando la producción de colágeno y elastina. También es útil para unifica el tono, al reducir la hiperpigmentación y revelar una tez más luminosa.
- Luz azul: Combate las bacterias causantes del acné, reduciendo la inflamación, las lesiones y los poros dilatados. Además, calma el enrojecimiento y la irritación asociadas a la rosácea y dermatitis.
- Luz verde: Reduce y calma la piel enrojecida, mientras que su acción despigmentante ayuda a minimizar las manchas causadas por el sol. Es útil para favorecer la cicatrización y acelerar la regeneración de la piel.
- Luz amarilla: Oxigena la piel, mejora la circulación y reduce las manchas, unificando el tono.Por si fuera poco, promueve el drenaje linfático, reduce las arrugas y suaviza la piel áspera.
- Luz violeta: Combina los beneficios de la luz roja y azul para una acción cicatrizante y calmante, ideal para reducir las marcas de acné. Además, deja la piel luminosa y radiante.
- Luz blanca: Aporta todos los beneficios, siendo la más eficaz para tratar diversos problemas de piel, como renovación profunda, regeneración de la piel envejecida y un rejuvenecimiento integral.
La terapia de luz LED se presenta como una alternativa eficaz para rejuvenecer, restaurar y revitalizar la piel. Sus resultados progresivos y la ausencia de efectos secundarios la convierten en una opción atractiva para quienes buscan un cuidado facial personalizado y de vanguardia.