El paso del tiempo y factores externos como la exposición al sol y la contaminación pueden hacer que la piel pierda su elasticidad y aparezcan las primeras arrugas. Si buscas una solución notoria para rejuvenecer el rostro, te sorprenderá cómo la medicina estética ha experimentado grandes avances, y uno de los tratamientos más demandados son los bioestimuladores de colágeno, y en su nombre llevan su fama.
Pero no te confundas, aunque los bioestimuladores y el ácido hialurónico son tratamientos inyectables. Tanto su composición, como su mecanismo de acción y resultados, son con completamente diferentes. Los primeros estimulan la producción de colágeno y elastina en la piel, mejorando su textura y firmeza a largo plazo. Mientras que los segundos rellenan arrugas y líneas finas, proporcionando volumen e hidratación inmediata
Entonces, ¿qué son los bioestimuladores y cómo funcionan? “Los bioestimuladores son sustancias inyectables que se utilizan en medicina estética para estimular la producción de colágeno y elastina en la piel. Su función es ayudar a que la piel vuelva a tener la firmeza y textura que pierde con el paso del tiempo”, nos explica el doctor Tone Ortega, de KIOO Medical & Beauty Center.
Están compuestos de sustancias como el ácido poliláctico, la hidroxiapatita de calcio y la policaprolactona. Sustancias que son biocompatibles y biodegradables, lo que significa que se integran bien en el organismo y se eliminan con el tiempo. Lo que hacen, al ser inyectados en la dermis profunda, es activar los fibroblastos, que son las células responsables de la producción de colágeno.
Los bioestimuladores ofrecen un rejuvenecimiento natural y progresivo
Inyecciones que rejuvenecen
El resultado no es inmediato, pero sí será notorio. Verás una mejora gradual de la textura y firmeza de la piel de entre 3 hasta 6 meses después del tratamiento, y esos resultados durarán de 12 a 24 meses. Algunos beneficios son:
- Mejorar la firmeza y elasticidad: Restauran la piel, devolviéndole un aspecto más joven y terso.
- Disminuir arrugas y líneas de expresión: Atenúan las marcas del paso del tiempo.
- Restaurar el volumen facial: Corrigen asimetrías y rejuvenecen el rostro.
Diferencias con otros tratamientos
Los bioestimuladores son ideales para quienes buscan una mejora a largo plazo en la calidad de la piel, a diferencia de otros tratamientos famosos en la medicina estetica.
- Resultados naturales y progresivos: A diferencia de los rellenos y el botox, los bioestimuladores actúan estimulando los procesos naturales de la piel, logrando resultados más sutiles y duraderos.
- Versatilidad: Pueden utilizarse en diferentes zonas del rostro y cuerpo.
- Combinación con otros tratamientos: Se pueden combinar con otras técnicas como radiofrecuencia o HIFU para potenciar los resultados.
Si bien no existe una edad exacta para iniciar el tratamiento con bioestimuladores, se recomienda consultar a un especialista. Generalmente, a partir de los 30 años se pueden comenzar a notar los primeros signos del envejecimiento, por lo que es un buen momento para iniciar una rutina de cuidado de la piel que incluya bioestimuladores.
Los resultados del tratamiento con bioestimuladores son visibles a partir de las primeras semanas y se mantienen hasta por dos años. Sin embargo, es importante recordar que los resultados son individuales y dependen de diversos factores como la edad, el tipo de piel y el estilo de vida.
