Suena un problema complejo, pero es más común de lo que imaginas. La piel grasa, sensible y deshidratada es un desafío frecuente. Si crees que al tratar uno de tus síntomas, afectas a otros, te equivocas. Es posible encontrar un equilibrio y aquí está la solución.
Para este tipo de piel (y todos los demás) hay un tratamiento ideal. En este caso, lo primera es determinar que realmente tu piel este produciendo un exceso de sebo, tenga signos de deshidratación y sea sensible.
¿Tienes piel grasa deshidratada y sensible?
La piel grasa, deshidratada y sensible puede ser difícil de diagnosticar, ya que a menudo se asume que una piel grasa no puede estar deshidratada. Gran error. La piel grasa puede deshidratarse, lo que puede provocar una apariencia brillante combinada con zonas escamosas o de textura áspera.
¿Y qué con la sensibilidad? “El problema de piel sensible afecta a cerca del 70 por ciento de las personas en algún momento de sus vidas, aunque muchas veces pasa desapercibido. Este tipo de sensibilidad cutánea puede estar influenciada por diversos factores, como la exposición a la contaminación ambiental, una rutina de cuidado de la piel inadecuada o incluso factores genéticos”, nos explica David Corona Balcázar, Digital Marketing Manager de Galderma.
Para saber si tienes la piel grasa, deshidratada y sensible, puedes observar los siguientes síntomas:
- Apariencia brillante combinada con zonas escamosas o secas, especialmente en las aletas de la nariz o en la parte superior de las cejas.
- Textura áspera y rugosa, especialmente en las áreas más grasas.
- Falta de suavidad y elasticidad, lo que hace que la piel esté tensa.
- Enrojecimiento e irritación cutáneas.
- Dilatación de los poros.
- Apariencia cansada debido a la falta de luminosidad.
Equilibra tu piel
La piel grasa, sensible y deshidratada parecería difícil de equlibrar, ya que puede pensarse que, si se trata uno de los problemas, el otro se verá aún más perjudicado. David comenta: “Estudios e investigaciones han confirmado que las personas que experimentan sensibilidad cutánea necesitan cuidados adicionales y una hidratación adecuada”. En esos caso, las recomendaciones generales son:
- Beber suficiente agua
- Seguir una dieta equilibrada y saludable
- Cuidar la piel con productos no comedogénicos y libre de aceites
- Limpiar el rostro dos veces al día e incluir un tónico que equilibre el pH
Entre los ingredientes activos que David recomienda para equilibrar a las pieles grasas, sensibles y deshidratadas, destacan:
- Niacinamida: que además de ser un ingrediente que ayuda a reducir la inflamación cutánea, también ayuda a incrementar la producción de ceramidas en la piel, reducir la hiperpigmentación manchas y pequeñas arrugas de la piel, de acuerdo con un estudio publicado por International Journal of Cosmetic Science.
- Pantenol: un derivado de la vitamina B5, el cual es un humectante que ayuda a retener la hidratación en la piel para mantenerla más suave y humectada.
- Glicerina: un hidratante natural que absorbe la humedad del medio ambiente y tiene propiedades emolientes que se enfocan en darle mayor suavidad a la piel.
- Ácido hialurónico hidrolizado: permite una hidratación prolongada, con una sensación ligera, refrescante y sin sensación grasosa.
La hidratación ayuda a fortalecer la barrera cutánea, cuando a tu piel le falta agua: “la barrera cutánea se debilita y puede permitir la entrada de agentes irritantes, dando lugar a síntomas como resequedad, irritación, aspereza, sensación de tirantez y debilitamiento de la barrera cutánea”, dice David.
Para solucionar la deshidratación, lo mejor es usar fórmulas en textura gel, que se absorban rápido, no tengan emolientes pero sí contengan ingredientes que ayuden a retener la humedad en las capas medias de la dermis, como el Optimal Hydration Water Gel, de Cetaphil. Claro está que en tiendas dermocosméticas encontrarás otras fórmulas ligeras con activos calmantes, la ideal es la que le sienta mejor a tu piel.
La piel grasa, sensible y deshidratada tiene solución y es posible mantenerla equilibrada y saludable con una rutina de cuidado adecuada. Descubre cuál es la rutina que mejor le sienta a tu piel, para mejorar su apariencia y prevenir problemas como el acné y la irritación.