Al igual que pasó con Catherine Middleton desde que anunció su compromiso con el príncipe William, Meghan Markle ha causado furor desde que sucedió lo mismo con el príncipe Harry. Se ha dicho que es ella quien tiene las facciones más perfectas entre la realeza británica, muchas mujeres piden a sus cirujanos la nariz de Meghan y ahora ¡hasta sus pecas! Desde que se casó con el príncipe Harry, cientos de mujeres quieren tener las pecas de la duquesa de Sussex y para algunas no basta con maquillarlas, por lo que tatuarlas se ha convertido en un procedimiento de alta demanda. Esta técnica se conoce como freckling. Según la tatuadora estadounidense Gabrielle Rainbow, no ha dejado de trabajar tras la boda real más mediática del año, y quien explicó a NewBeauty: “El interés de los clientes por tatuarse pecas ha aumentado muchísimo desde que Meghan Markle luciera las suyas en el enlace”. Tatuarse pecas es un tratamiento semipermanente, que dura de uno a tres años, dependiendo del tipo de piel, con el que se dibujan pequeñas motas, en poco más de una hora, en lugares estratégicos. El resultado es bastante natural una vez que pasa el enrojecimiento de los primeros días. La duquesa de Sussex utiliza bases de maquillaje ligeras que dejan al descubierto las múltiples manchitas de su piel, una apuesta por la naturalidad que dejó patente incluso el día de su boda y que ha disparado el furor por imitar su look. Lo que para algunas mujeres con pecas naturales es una molestia y prefieren ocultar, ahora, para muchas es una tendencia que parece que ha llegado para quedarse. Algunas famosas, como Ariana Grande y Penélope Cruz, se las pintan para simular el efecto de piel fresca y juvenil. https://www.instagram.com/p/Bjm9UV8HuRy/?taken-by=arianagrande
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