¿Has notado que cada mañana, después de no haberte desmaquillado el día anterior tu cara luce reseca, irritada e inflamada y quizá hasta ha brotado alguna molesta erupción, de la que culpas a tus alimentos? Tal vez ni la comida ni el cansancio sean la verdadera razón, sino algo tan simple como que dejaste durante más horas de las permitidas un producto que cubre la capa exterior de tu piel y sus sustancias actuaron de forma negativa sobre ella. Sí, nos referimos a los maquillajes que durante el día te hacen lucir fenomenal, pero que también tienen un periodo de caducidad una vez que han tocado tu cutis, por eso es indispensable que recurras siempre a una limpieza facial.
La rutina nocturna
Adina Grigore, autora del libro Piel radiante (Grijalbo Vital), señala que, aunque realizar cada noche el ritual de limpieza puede ser tedioso, es indispensable hacerlo con detenimiento y a profundidad para asegurarte de que se ha retirado todo rastro de suciedad y grasa acumulada. Sí, te tomará tiempo, pero bien vale la pena poner en práctica este rito, el cual prepara a tu piel para recibir todos los beneficios que ofrece el proceso natural de tu organismo mientras duermes, dicho sea de paso, también suma para que los nutrientes de las cremas usadas se absorban de forma adecuada.
Éstos son los pasos que no debes saltar:
- Usa un desmaquillante al limpiar tu rostro y otro específico para ojos y labios, sobre todo si utilizas productos de larga duración.
- A continuación pasa un algodón con agua micelar, éste recoge las impurezas que hayan quedado en tu cutis. Otra opción es una leche limpiadora, pon énfasis en la zona T (frente, nariz y barbilla).
- Lava con un jabón limpiador adecuado para tu tipo de piel. Dale a tu rostro un suave masaje mientras lo haces, y una vez a la semana usa un cepillo de cerdas finas para liberar los poros.
- Evita el empleo de una toalla para secarte, es mejor si dejas que esto suceda de forma natural. Para ayudarte, da ligeros golpecitos con las yemas de los dedos a modo de masaje.
- Usa un tónico hidratante, además de cumplir con esta función, te ayudará a retirar cualquier impureza que haya quedado.
- Como paso final aplica una crema nutritiva, vuelve a utilizar la punta de los dedos para distribuirla de forma adecuada. Y ahora sí, a descansar y dejar que el sueño haga lo suyo.
TRATAMIENTO BLUE PLASMA, PERRICONE MD / TONER REFRESCANTE, SEPHORA / CREMA INVIGORATING NIGHT, OLE HENRIKSEN. (Fotos: Cortesía)
SECRETOS DE JUVENTUD
- Cuando usas maquillaje muy pesado, incluida la mascara de pestañas a prueba de agua, será mejor optar por un aceite natural, como de coco, aguacate, oliva o de semilla de uva, para retirarlo con facilidad.
- Si has notado que tu desmaquillante es muy potente revisa que no contenga alcohol, porque te irritará los ojos y afectará tu cutis; serán mejores los que están hechos a base de aceite natural.
- Procura que la línea de productos de limpieza y de maquillajes que utilices sea de la misma marca, de esta manera evitarás reacciones negativas de tu tez.
LIMPIADOR DE SOYA, FRESH / LIMPIADOR TAKE THE DAY OFF, CLINIQUE / TOALLITAS DESMAQUILLANTES, NEUTROGENA. (Fotos: Cortesía)
Tu mejor tratamiento: dormir, pues esto acelera la producción de colágeno, vital para regenerar las células cutáneas.
Inversión de tiempo
La higiene nocturna es el paso más importante para detener el envejecimiento prematuro y mantener una piel sana, dando a tu rostro la oportunidad de desintoxicarse, respirar a través de los poros, y sobre todo, si hay algún mal cutáneo éste empiece a sanar. Por: María del Carmen López / Foto: iStockphoto
