En entrevista, la actriz platica acerca de esta nueva faceta en su carrera
La melena, una sensacional sonrisa, el optimismo, la belleza, la inteligencia y la naturalidad son atributos que asociamos con Julia Roberts, quien durante dos décadas ha nutrido una carrera fílmica que la ha convertido en una de las actrices más exitosas en la industria del cine estadounidense: de Mystic Pizza y Steel Magnolias a Pretty Woman y Erin Brockovich. Un éxito tras otro, que la actriz logró al comunicar una accesible discreción, algo bastante complicado si de Hollywood se trata.
A partir de 2009, Roberts añadió a su portafolio de éxitos una colaboración con la casa de cosméticos Lancôme, la que recientemente la convirtió en la embajadora global de La vie est belle, la nueva fragancia de esa marca. La primera campaña de ese tipo en la que ella participa, es para una creación olfativa de Olivier Polge, Dominique Ropion y Anne Flipo, compuesta por 63 ingredientes, que exige un mínimo de nueve meses de reposo para alcanzar su plenitud expresiva.
Antes de llegar al producto final se necesitaron tres años de trabajo durante los cuales se hicieron 5.521 variaciones. Cuando Lancôme se acercó a Roberts hace tres años, ella -quien entonces tenía 41 años- se sorprendió, porque no creía que poseía “el porte, la sofisticación o la elegancia suficientes para encarnar el ideal de la firma”, dado que considera que el “rostro eterno de Lancôme es el de Isabella Rossellini”. Hasta que se percató de que se “trata más de personas comunes que hacen una inversión diaria en productos que les dan resultados... y son más accesibles de lo que pensaba”.
El comercial
Julia Roberts comenta acerca del entusiasmo que sintió al enterarse de que Tarsem Singh -quien la dirigió en el largometraje Mirror Mirror (2012), la versión de Blancanieves en la que ella interpretó el papel de la malvada reina y Lily Collins el de Blancanieves- estaría a cargo del comercial de La vie est belle: “Tarsem es una persona muy visual y tengo una relación muy fuerte con él... Como nunca antes hice un comercial, me sentía un poco atrapada en la lógica de la actuación, lo que en realidad no cabe dentro de los comerciales. Por lo tanto, tener a Tarsem me emocionó y me reconfortó".
En el corto, en el que la vemos con un traje blanco de profundo escote, en contraste con el resto de los actores que van de negro, está iluminada como si fuera una extensión de la Ciudad Luz. Libre de ataduras, la mujer al final de la secuencia, cuya sonrisa irradia joie de vivre, nos mira antes de girar para incorporarse a la belleza que es la vida. Al conversar acerca del personaje de la mujer que interpreta, Julia no profundiza en si tiene o no secretos, sencillamente percibe que “está en un momento en el cual se da cuenta de que no quiere ser parte de un grupo ni participar de una vida en la cual se siente encadenada o deseada, o está sencillamente de paso”.
“Pienso que Lancôme es una empresa asombrosa, que le gusta y se enorgullece de lo que hace y cómo lo prensenta”
Roberts afirma que a diferencia de una obra de teatro o de una película, como en un comercial no hay actuación, el ambiente y los vestuarios que conforman la imagen son esenciales para transmitir su mensaje. “Es como habitar un espacio”, dice. La manera como luces y el todo, en realidad es el todo: el set, el vestuario, el maquillaje y el pelo, todo tiene que ser preciso. “Y yo tengo que decidir cómo debo habitar ese espacio para lograr la mejor manera de interpretar el concepto. Hacer comerciales es de locos, así que no creo que llegue a ser tan buena como para hacerlo todo el tiempo”, comenta la actriz con una sonrisa.
Un agenda personal y ciudadana
Julia dice que entre sus puntos más fuertes se destacan “la lealtad y la compasión”. De igual manera expresa orgullo por “mi familia y por lo bien que nos caemos los unos a los otros”. El 4 de julio de 2002 contrajo segundas nupcias con el camarógrafo Danny Moder, padre de sus tres hijos: los gemelos Hazel y Phinnaeus, de 7 años, y Henry, de 4. Después de tener a sus hijos es mucho más selectiva en cuanto a las películas que filma. Con la celebridad llega una responsabilidad que algunos artistas como Roberts asumen sin darle demasiada promoción. Por años colaboró con The Hole in the Wall Gang Camp, una organización fundada en 1988 por Paul Newman -a quien ella le tenía gran admiración-, que ofrece la oportunidad a 4.000 niños de 6 a 16 años con enfermedades severas, para que puedan participar en campamento de verano en una instalación de 344 acres (1.391.824 m2) en Ashford, Connecticut.
Tras la muerte de Newman, Julia es parte de la junta directiva. Entre sus otras actividades altruistas colabora con el teletón para apoyar la investigación y erradicación del cáncer, y con UNICEF, para luchar por el bienestar de los niños. Es una defensora del medio ambiente; este año, ella y su esposo fueron homenajeados en la gala benéfica Bring Back the Beach, en California. Parte de su responsabilidad es mantenerse en forma, tanto para ella como para su familia y su carrera. Recientemente causó sensación al salir en bikini con sus hijos en Hawai. ¿Cómo lo logra? Sigue religiosamente un régimen de Pilates y ejercicios acuáticos, y come una dieta saluda ble con la ayuda de Carrie Wiatt, una nutricionista que la asesora desde hace años.
Aunque Julia dice que de no haber sido actriz de cine le hubiera gustado ser maestra, afirma: “Me gusta mi trabajo, sentirme creativa, participar en un proceso de equipo para intentar hacer una gran película. Me pongo nerviosa cuando voy a trabajar. Es emocionante”.