Si cuando piensas en verano inmediatamente piensas en “sol, arena y mar”, cuidado. Broncearte, incluso “poquito”, puede tener graves consecuencias nada saludables para la piel, incluyendo el envejecimiento prematuro, manchas y arrugas, y un mayor riesgo de cáncer de piel.
En un par de décadas, la forma de cuidar la piel ha evolucionado radicalmente. Atrás quedaron los años en donde una apariencia dorada era LA máxima tendencia del verano, el look envidiable de la temporada.
Efectos del bronceado
Cuando la piel se broncea, está respondiendo a la agresión de los rayos UV mediante la producción de melanina, un mecanismo de defensa que indica que la piel ha sufrido un estrés. Por lo tanto, cualquier cambio en el color de la piel debido a la exposición solar es una forma de lesión, no un signo de salud.
Por eso, cada vez más personas tienen claro que el concepto de un “bronceado saludable” es un mito. Sin embargo, la doctora Karen Carrillo comenta que aún recibe pacientes que llegan a la consulta diciendo: “Fui a la playa, doctora, y solo me bronceé las piernas; los brazos, pero no la cara”.
Con carrera como médico general y diplomado en medicina estética, Carillo nos cuenta que los rayos del sol, al contacto con la piel, activan los melanocitos en todo el cuerpo, lo que puede resultar en daños cutáneos graves. En otras palabras: “Esto significa que, aunque solo se expongan las piernas, los melanocitos se activan desde los pies hasta la cara”.
Aunque el uso de protectores solares puede reducir el daño, ningún producto puede ofrecer una protección total.
Exponerte al sol no es saludable
Después de las vacaciones de verano, mucha gente se pregunta por qué se manchó su cara si fue lo que más cuidaron. Lo cierto es que usar protector solar, antioxidantes, sombreros y gafas no es suficiente. El bronceado de cualquier parte del cuerpo es dañino.
Los expertos en el cuidado de la piel saben que: “No existe el bronceado perfecto, y es crucial entender que incluso un ligero bronceado puede ser perjudicial”, repite la doctora.
Aun así, muchas personas buscan broncearse y la mayoría de ellas terminan con quemaduras graves que pueden requerir hospitalización, desarrollan manchas o presentan lesiones potencialmente cancerígenas. Las quemaduras severas pueden llevar a infecciones en la piel o a la aparición de manchas. Por ello, la mejor estrategia es evitar la exposición prolongada al sol.
Cuida tu piel
“Si se desea salir a caminar o hacer ejercicio al aire libre, es recomendable hacerlo entre las 6 y las 10 de la mañana, o después de las 6 de la tarde, evitando las horas de mayor intensidad solar entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde”, recomienda la Dra. Carrillo.
Para aquellos que van a la playa, es esencial utilizar protección solar adecuada. Actualmente, existe ropa con filtros solares como gorros, mangas, trajes de baño y lentes, que deben complementarse con el uso de bloqueador solar cada 4 horas, cubriendo todas las áreas expuestas del cuerpo.
En lugar de buscar un bronceado artificial que pone en riesgo tu salud, opta por proteger tu piel del sol. Sigue estos consejos para disfrutar del verano sin poner en riesgo tu salud:
- Utiliza protector solar con un factor de protección solar (FPS) de 30 o más, incluso en días nublados.
- Aplica el protector solar generosamente y con frecuencia, especialmente después de nadar o sudar.
- Busca la sombra durante las horas pico de sol (entre las 10 a.m. y las 4 p.m.).
- Utiliza ropa protectora como sombreros, gafas de sol y camisas de manga larga.
- Evita el uso de camas solares a toda costa.