La formación de manchas ocurre por una alteración del color de la piel debido a un problema en la producción de melanina, sustancia producida por los melanocitos o, mejor dicho, las células que se encuentran en la epidermis. Y es que cuando nos exponemos al sol, éstas comienzan a producir melanina, que da ese divino tono bronceado que tanto nos gusta.
Sin embargo, el hecho de que la dermis se broncee al estar en contacto con los rayos solares es un mecanismo de defensa para evitar que se queme y se dañen los núcleos celulares. Por eso cuando lucimos una piel dorada, quiere decir que ha habido un daño solar y nuestro cuerpo se ha protegido de éste, así que en realidad el bronceado saludable no existe.
¿Por qué se altera la producción de melanina?
Existen diferentes causas:
- Nuestra piel tiene memoria y la exposición prolongada al astro rey ocasiona que los melanocitos se dañen, provocando un aumento o disminución de la producción de la melanina. Esta es la razón por la cual, en otoño, notamos la aparición de nuevas manchas, y éstas, aunque se desvanezcan, volverán a aparecer. Es decir, podemos quitarles el color, pero no eliminarlas, así que al exponemos una vez más éstas aparecerán. Por el contrario, también pueden surgir manchas blancas cuando nuestros melanocitos no son capaces de producir melanina.
- El daño solar es acumulativo y, a medida que cumplimos años, es frecuente ver cómo aparecen manchas si no te has protegido bien durante los años anteriores.
- Otro motivo es el aumento o disminución del número de melanocitos. O como consecuencia de la localización anormal de melanina o de los melanocitos.
- Las manchas también pueden ser consecuencia del uso de medicamentos fotosensibilizantes, perfumes o aceites esenciales.
¿Qué tipo de mancha existen?
¿Tienes manchas en la piel? Aprende a reconocer los diferentes tipos de manchas, desde las pecas hasta el melasma.
- Léntigos o manchas solares: son oscuras y tienen un tamaño pequeño, de 1 a 15 milímetros. Suelen aparecer en las zonas más expuestas al sol, como son cara, escote y manos. Cuanto más oscuras sean, serán más difíciles de eliminar, ya que son más profundas, lo que complica aún más su desvanecimiento.
- Nebus melanociticos: comúnmente conocidos como lunares, deben ser controlados anualmente por un especialista. ¿Un consejo? Siempre fíjate en su ABCDE (asimetría, bordes irregulares, color, diámetro y evolución) para prevenir cualquier tipo de cáncer de piel en el futuro.
- Melasma: se trata de manchas en la piel de color marrón, imposibles de eliminar. Suelen exacerbarse por cambios hormonales, como ocurre en el embarazo. También se trata de manchas difusas que aparecen en cualquier parte con distintos tonos, y se deben al uso de fármacos, ya sea anticonceptivos, antihistamínicos, antidepresivos, entre otros, así como a la exposición solaer. Son de gran tamaño y suelen aparecer en la cara.
- Manchas más superficiales: surgen debido a que el bronceado va desapareciendo de manera desigual en las distintas partes del cuerpo. Solución: Se eliminan fácilmente con el uso de un exfoliante aplicado sobre la piel húmeda. Se debe masajear ejerciendo una ligera presión para eliminar las células muertas de la capa córnea responsable de la diferencia de tono en la piel.
Las manchas en la piel son más comunes de lo que imaginas y pueden tener diversas causas, más allá de la exposición solar. Identificar el tipo de mancha es el primer paso para encontrar el tratamiento adecuado.
