Los expertos te revelan sus tips para que tu piel luzca perfecta
Para lograr un cutis envidiablemente liso, suave y parejo como todas deseamos, hay que cuidarlo y seguir unos pasos sencillos, que requieren disciplina y constancia. Lo primero es saber si tu piel es seca, grasa, normal o sensible. Cuando ya la tengas clasificada, sigue la guía de belleza que te ofrecemos a continuación y que contiene, en su mayoría, consejos de algunos expertos en dermatología.
PIEL SECA
El error más grande es esperar a cumplir los 40 años de edad para comenzar a cuidarla. Debes tomar medidas preventivas antes de que las líneas de expresión y las arrugas aparezcan. Usa productos que hidraten la piel y la protejan contra los daños que causan los radicales libres (los llamados “amigos del envejecimiento”). Estos provienen, en algunos casos, de procesos normales del organismo como el metabolismo de los alimentos y la respiración; otros, de la polución industrial, el tabaco, los medicamentos y los aditivos químicos que se usan en las comidas enlatadas y en los pesticidas. Recurre a cremas que contengan glicerina, vaselina y aceite mineral. También utiliza tratamientos antioxidantes (para combatir los radicales libres) y aplica alrededor de los ojos algún producto con retinol.
PIEL GRASA
¡No te sobrecargues de productos! También debes evitar secar en exceso tu piel con tónicos y exfoliadores que contengan alcohol. Puedes pensar que estos te ayudan a eliminar la grasa, pero en realidad lo que hacen es remover el aceite natural de tu piel y provocar más producción de sebo. Selecciona productos libres de alcohol y evita los que contengan ingredientes como aceite mineral y vaselina, pues pueden obstruir los poros. No olvides la crema humectante y el protector solar antes de salir de casa.
PIEL NORMAL
Tener piel normal no significa que debes descuidarte. Siempre hay que tomar medidas esenciales para retener la juventud de tu cara. Aplícate diariamente productos con protección solar, retinol y antioxidantes. No olvides que la limpieza facial es esencial, así como las cremas que ayudan a restaurar la iluminación y la humedad del cutis. Busca tratamientos que reduzcan las arrugas al prevenir la pérdida de colágeno. Exfolia tu rostro dos veces a la semana y hazlo en el baño, ya que el vapor abre los poros y ayuda a eliminar más fácilmente las células muertas.
PIEL SENSIBLE
Muchas mujeres tienen este tipo de piel. Si eres una de ellas, el error más grave que podrías estar cometiendo es utilizar demasiados productos con ingredientes ásperos que provoquen que tu rostro se inflame o enrojezca. Para saber cómo reacciona tu cutis, prueba en otra área de tu cuerpo productos que contengan ácido glicólico y vitaminas A y C antes de aplicarlos en la cara. Si ocurre la inflamación (caracterizada por piel escamosa en la nariz, las mejillas, la barbilla y hasta en el cuero cabelludo), significa que tu barrera epidérmica ha sido puesta en peligro. Utiliza los tratamientos que calmen tu piel, y que contengan zinc, té verde o manzanilla. Siempre usa un limpiador facial suave, que contenga lípidos para restaurar esa barrera, un antioxidante y un protector solar SPF 30. En la noche aplícate una crema que contenga péptido para regenerar las células de la piel o retinol para reducir las arrugas.