Ningún tratamiento de belleza, sin importar el porcentaje de sus ingredientes activos de los productos, es completamente efectivo por sí mismo, para que una rutina sea efectiva importa cómo se aplica y en qué orden.
Claro, otros factores a considerar son el tipo de piel en el que se aplica (seca, grasa, normal, mixta o sensible), la cantidad que se deposita y, por supuesto, la constancia en su uso. Pero, cuando logras la mezcla perfecta de productos, la piel recibe una dosis de nutrientes para mantenerse sana, elástica, firme, hidratada y protegida.
Según la gurú de belleza Charlotte Cho, quien a través de su sitio Soko Glam ha develado los secretos de la rutina coreana, los pasos diarios para un cutis bonito son diez, sin embargo, hay quienes realizan algunos más (y la mayoría hacemos menos).
En realidad, el número exacto no importa, mientras se cumplan las funciones básicas de cuidados de belleza: limpiar, tonificar, nutrir y proteger. Dependiendo de las necesidades específicas de tu dermis será el producto para cada paso, así que lo primero es descubrir si tu tipo de piel es el que crees tener (para ello consulta el recuadro) y después seguir estos pasos, ¡tu cara los agradecerá!
¿Cuál es la mejor rutina de día?
El orden de aplicación de los productos de belleza tiene una lógica sencilla, limpiar a profundidad para, después, nutrir y proteger.
1) Limpiar
La limpieza la realizas con un dermolimpiador (de preferencia en gel, pues, generalmente, es menos agresivo). Necesitas una cantidad similar a una avellana. Aplícala con agua tibia, para que ayude a disolver la grasa y remover las células muertas. Si tu piel es seca o sensible, usa uno cremoso o en aceite; pero si es mixta o grasa, es mejor una espuma. Para desprender las células muertas, opta por un cepillo facial; evita las esponjas con textura a estropajo, que son agresivas con la piel.
2) Tonificar
Para esto sirven los tónicos faciales. Su función es retirar el exceso de grasa, suciedad y células muertas. Imagínalo como un double check muy necesario. Pero como los clásicos tónicos de los 80 contenían alcohol, muchas se saltan este paso para evitar irritaciones. Las fórmulas actuales contienen ácido hialurónico, agua de rosas, té verde, vitamina C o E, por lo que pueden calmar, nutrir y tonificar. En general necesitas unas cuantas gotas sobre un pad de algodón humedecido. También lo puedes aplicar sobre la piel con golpecitos y retirar el exceso con el algodón.
También puedes emplear los llamados: Essence. La esencia surge como parte de la rutina de belleza coreana de 10 pasos. Existe en diferentes versiones que, según sus activos, puede ayudan a tratar problemas comunes, como manchas, líneas de expresión o cambios en la pigmentación. Aunque su consistencia es acuosa, es más viscosa que la de los tónicos. Digamos que es el punto medio entre gel y agua. Al primer contacto se siente pegajosa, pero la piel la absorbe con rapidez. Con unas cuantas gotas aplicadas con ligeras palmaditas es suficiente para recibir sus beneficios. La mayoría de las mascarillas coreanas (sheet masks) están empapadas de essence.
3) Nutrir
Esto lo haces con los suero. Las modernas ampolletas tienen como principal beneficio principal ser un boost. Imagínalo como vitaminas para nutrir (no sustituyen al alimento: crema humectante, pero lo complementa). Por lo general viene en gotero y sólo necesitas de dos a cuatros gotas. Tu piel lo absorberá más rápido que lo imaginas, pues su formulación penetra a capas profundas, reparando, nutriendo y atacando un sinfín de problemas. Por ejemplo, los de vitamina C iluminan y unifican el tono; los de ácido hialurónico son una fuente de hidratación, los de niacinamida reducen la inflamación, y los de retinol estimulan la producción de colágeno.
Otra alternativa son las Ampoule. Su nombre (ampolleta) proviene de la forma en la que se presenta y es como un suero potencializado, pues su nivel de concentración de ingredientes activos es alto. Digamos que la diferencia principal con el serum o suero es su nivel de concentración y su forma de presentación, pero en cuanto a forma de aplicación y tipo de beneficios, son similares. Ojo, si estás usando un ampoule, puedes saltarte el uso del suero.
El orden de aplicación depende de la consistencia, comienza de las más líquidas a las más espesas.
No te olvides del contorno de ojos. La piel de esta zona es la más delgada y una de las que más gesticulaciones realiza, por eso requiere un nivel de humectación superior. Ello no significa que necesites ponerte más producto, con una porción del tamaño de un grano de arroz por ojo es suficiente. Se recomienda aplicarlo con el dedo anular (el que menos fuerza tiene) y con pequeños golpecitos, para activar la circulación y mejorar la absorción.
Crema humectante, aunque puede que sólo sea hidratante. La diferencia es sencilla, la humectante es más espesa y alivia las pieles secas; mientras que la hidratante es más ligera (incluso puede presentarse como gel), siendo ideal en pieles mixtas, normales y sensibles. Además de nutrir, sella los productos anteriormente aplicados. La cantidad perfecta es equivalente a dos pasas de uva.
4) Proteger
Protector solar. No importa si el día está nublado o si trabajarás en casa, aplicar un buen bloqueador solar te ayudará a prevenir arrugas y evitar cambios en la pigmentación. Sus beneficios son tantos que muchas gurús de la belleza lo consideran la mejor crema antiedad. Existen en crema espesa, así como polvos ligeros (pero efectivos), y por su fórmula, hay dos tipos de protectores solares, los físicos (que reflejan y dispersan los rayos) y los químicos (que absorben los rayos UV, convirtiéndolos en calor que después es liberado de la piel). Los físicos son menos irritantes y más hidratantes, aunque no se absorben rápido; mientras que los químicos suelen ser más fluidos y fáciles de aplicar. Al funcionar como un escudo para la piel, este paso debe ser el último de la rutina de skincare.
¿Cuál es la mejor rutina de noche?
Preparar la piel es clave para la regeneración celular. Aprovecha la rutina nocturna para aplicar ingredientes concentrados, a través de sueros, ampolletas y cremas, muchos de los cuales contienen activos fotosensibles, que funcionan mejor en la oscuridad.
O, si lo deseas, sustituye el último paso de la rutina diurna por un tratamiento especial e intensivo: sleeping mask, una mascarilla que puedes dejar sobre tu piel, perfecta para eliminar el cansancio.
El paso extra en la rutina de noche es el desmaquillante. Antes de lavar la cara, retira el exceso de maquillaje. Para retirar el rímel sin lastimar tus preciadas pestañas, aplica un poco de producto sobre un pad de algodón humedecido y déjalo actuar sobre cada párpado unos 20 segundos.
Si crees que tu rutina de cuidados de la piel no está dando los resultados que esperas, quizá no la estás aplicando en el orden correcto. Descubre cómo aplicar los correctos de la mejor manera para aprovechar al máximo cada producto.