El boom de los procedimientos estéticos representa una tentación para lograr los rasgos soñados o un físico fenomenal, pero esto requiere de la intervención de un profesional ético. Los estándares de belleza que se imponen cada vez son más altos, y esto ha llevado a que estrellas como Kylie Jenner hayan llegado al extremo de cambiar por completo sus facciones y cuerpo. Tan sólo en el caso de la más pequeña de las Kardashian, su médico declaró haberle hecho siete procedimientos... y contando.
Pero esta presión no es exclusiva de las mujeres que viven de su físico, sino se ha convertido en una salida para todas aquellas que pretenden sustituir el esfuerzo de llevar una dieta equilibrada, hacer ejercicio y aprender a amarse a partir de su propia naturaleza, por recurrir a la cirugía plástica para buscar esas mejoras físicas con las que asumen se sentirán mucho mejor. Sin embargo, como explica el doctor Samir Janne Hasbun, médico cirujano, con especialidad en cirugía plástica y reconstructiva, tomar la decisión de recurrir a un procedimiento de este tipo debe ser pensada con seriedad y responsabilidad tanto de parte del paciente, como del especialista.
“No existe una varita mágica que componga lo que no nos gusta y de paso mantenga los resultados. Lo primero que se sugiere cuando una persona considera someterse a una cirugía plástica, es que tenga claras sus razones para realizarla. Hoy es recomendable que antes recurra a un psicólogo para detectar posibles problemas emocionales que se puedan potenciar luego del procedimiento”, explica Janne. El experto también sostiene que cuando habla con sus pacientes, hace énfasis en la importancia, antes y después de realizar la operación, de tener una buena alimentación y realizar alguna actividad física para conseguir resultados duraderos, eso es fundamental. Y agrega que otra parte esencial es disminuir el consumo de cigarrillos y alcohol, así como evitar desvelarse, pues son factores que afectan la cicatrización. Por otro lado, deben seguir al pie de la letra las indicaciones recibidas por parte del médico, por ejemplo, el uso de bloqueador solar, sobre todo en quienes se hacen algún arreglo en el rostro. Dejó de ser un tabú En la actualidad, es normal conocer a alguien que se ha hecho una cirugía, e incluso, se presume como un trofeo o se convierte en el autorregalo al llegar a los 50 años, pues se considera el momento de levantar esas partes del cuerpo que se han visto comprometidas con los cambios generados por los embarazos o los signos de envejecimiento. No obstante, y aunque parezca paradójico, el doctor Samir Janne advierte que sólo se debe recurrir a estos procedimientos cuando en realidad sea necesario, por ejemplo, menciona que hay ocasiones donde la pérdida de peso, o en los embarazos, las personas no pueden eliminar las acumulaciones de grasa, o bien, si la piel ha quedado en exceso distendida se recomienda la liposucción o la abdominoplastia. En el primer caso, asegura, se busca retirar los depósitos de grasa, y en el segundo se reconstruye la pared abdominal, se refuerzan los tejidos musculares debilitados y se quita el exceso de piel y grasa si es necesario. Ninguna máquina o tratamiento logra la eliminación total y, a la vez, estos métodos no son suficientes por sí solos.
“Siempre les digo a mis pacientes que 50% del trabajo lo hacemos nosotros, a través de la cirugía, y el resto les corresponde a ellos realizarlo en el posoperatorio, para poder obtener resultados exitosos”, puntualiza. Si la inquietud de recurrir a una cirugía plástica se te ha presentado, considera buscar a un profesional que sea reconocido por un trabajo serio, ético y de calidad, además asegúrate de que tu autoestima te sostiene íntegra.
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