A lo largo de los años, la medicina y el saber popular han dado por sentados la estigmatización acerca del consumo de alcohol e incluso tomar una copa vino se ha vuelto sinónimo de rebeldía ante la práctica de una vida saludable.
Sin embargo, existe una serie de benficios que podría traerte el consumo moderado de vino, además de proporcionar un placer a tu paladar en momentos especiales.
Además de ayudar a tu salud interna, por la reducción de coágulos sanguíneos, lo que a su vez se traduce en beneficios a tu salud cardiaca, el consumo de vino trae consigo una serie de beneficios para la belleza que te ayudarán a lucir radiante sin la necesidad de renunciar a esta elegante bebida.
Propiedades antioxidantes del vino
Uno de los causantes de los efectos embellecedores del vino son los polifenoles, responsables de su color y aroma. Este factor es reconocido como los compuestos de mayor poder antioxidante, 20 veces más que la vitamina C y potenciador del poder antioxidante de la vitamina E.
Consumir con moderación el vino puede ayudarte a reparar el daño oxidativo que provocan los rayos UVA y UVB, la polución o el estrés en la piel.
Propiedades anti edad
Por la presencia de resveratrol en el vino, esta bebida ayuda a combatir los procesos de involución y aporta firmeza y elasticidad a la piel, provocando la reducción de flacidez y arrugas.
Propiedades antiinflamatorias
La inflamación es un padecimiento que aumenta progresivamente con la edad. Sin embargo, una copa de vino puede ayudarte a reducirla, ya que el aporte de resveratrol, también presente en algunos productos cosméticos, otorga una sorprendente actividad antioxidante y ayuda tanto a retardar el envejecimiento cutáneo, como a añadir suavidad a la piel, también a aumentar la vitalidad celular y renovar la piel por la producción de nuevas células.
Así que no lo dudes y anímate a consumir de manera moderada y frecuente una copa de vino para mejorar tu aspecto y mejorar tu salud cardiaca.