Una de las tendencias en makeup que más ha llamado la atención en las últimas temporadas es el Blush Draping, una técnica que tiene sus raíces en los años 70 y ha regresado con fuerza, adaptándose a las tendencias modernas para ofrecer un look fresco y audaz. Pero, ¿qué es el Blush Draping y cómo puedes utilizarlo para resaltar tus facciones? Aquí te lo contamos.
¿Qué es el Blush Draping?
El Blush Draping es una técnica de aplicación de rubor que utiliza el color para esculpir y definir el rostro, en lugar de los tradicionales contornos marrones o bronceados.
A diferencia del contorno, que se basa en sombras para crear profundidad, el Blush Draping se centra en el uso estratégico de tonos rosados, melocotón o rojizos para realzar las mejillas y otras áreas del rostro, creando un efecto lifting natural y saludable.
Cómo aplicar el Blus Draping para estilizar el rostro
La clave del Blush Draping es aplicar el rubor no solo en las manzanas de las mejillas, sino también extenderlo hacia las sienes, el contorno de los ojos y, en algunos casos, incluso hacia el puente de la nariz. Esto crea un halo de color que envuelve el rostro, aportando un brillo juvenil y un aspecto cohesivo y armonioso.
Para lograr el verdadero efecto de Blush Draping, lleva el rubor hacia las sienes y difumina suavemente hacia las esquinas exteriores de los ojos. Esto crea una continuidad en el color que realza y esculpe el rostro.
A diferencia de otros métodos de contorneado, esta técnica es menos rígida y más indulgente, permitiendo una aplicación más libre y creativa del color. Además, el uso del rubor para esculpir el rostro es ideal para quienes buscan un look natural pero sofisticado, con un toque de modernidad.
Así que, si estás buscando una nueva técnica para renovar tu rutina de maquillaje, el Blush Draping es una tendencia que no puedes dejar de probar. ¡Atrévete a jugar con el color y descubre cómo esta técnica puede transformar tu rostro!