Aceptémoslo, todos en algún momento hemos tomado una selfie bajo los famosos filtros de Snapchat para lucir un rostro más delgado. ¿Es posible llevar esta ilusión digital a la realidad? Pareciera que todo inició al ser testigos de las transformaciones físicas de ídolos juveniles como Eiza González o Anahí, dos ejemplos claros con distintas carreras profesionales que, sin embargo, comparten algo en común: cruzaron por una metamorfosis física que conmocionó y sorprendió a más de uno. Al cumplir la mayoría de edad, sus rostros comenzaron a develar cierto afinamiento, con pómulos prominentes y una nariz definida que conjugaba a la perfección con un soberbio mentón. Ante tal renovación, ciertas preguntas vagaron en la mente de los amantes de la belleza. ¿Cuál fue el origen de tal cambio tan sutil, pero a la vez, evidente? Y la duda más importante: ¿cómo lograron afinar sus rasgos al máximo?
Estas modificaciones dieron pauta a la apertura de un debate para descubrir cuál era la cirugía a la que se habían sometido. Muchos apostaron por la rinoplastia, otros sólo creyeron que se trataba del fin de la pubertad. La realidad es que detrás de esos rostros perfectos se encuentra un amplio abanico de tecnología cosmética y quirúrgica. Para revelar los secretos detrás de estos procedimientos, nos pusimos en manos del doctor Raúl Ortiz Hofmann, cirujano plástico facial del Hospital Ángeles del Pedregal. “El auge de esta tendencia se incrementó con el acceso a las plataformas digitales”, señala. Así, aplicaciones como Instagram o Snapchat proponen un sinfín de filtros donde la piel luce tersa y el rostro delgado, y personalidades como la modelo Bella Hadid, Kim Kardashian y Thalía son expertas en estos métodos y tomadas como un canon de belleza actual. “La mayoría de mis pacientes llega al consultorio con una foto de ellas mismas bajo un filtro donde la cara luce más fina, o con una foto de alguna famosa”.
La técnica más popular
Las intervenciones estéticas han ganado terreno en los últimos cinco años y aunque la mayoría de ellas se realiza a partir de los 15 años de edad, 70% de los pacientes que llega a efectuarlas se encuentra en un rango entre 25 y 30 años cumplidos. La más utilizada es la recesión de las bolsas de bichat, mejor conocido como bichectomía. “Consiste en una incisión de un centímetro en la parte interna de las mejillas para retirar las tres bolsas que están en su interior. Se verifica que no exista ningún vaso sangrante y se satura”, explica el doctor Hofmann. Antes, aquéllas operaban como una glándula salival, pero en la actualidad no tienen ninguna función y una vez retiradas no vuelven a crecer. Como consecuencia, se obtiene un pómulo más definido y al momento de tomar una fotografía de tres cuartos el rostro luce con armonía. “Es conveniente tener claro quiénes son candidatos a este proceso, ya que la fisionomía del óvalo facial juega un papel importante para evitar un efecto de envejecimiento prematuro”, añade. En un rostro joven con estructura redonda o cuadrada los beneficios son mayores, mientras que en personas de más de 45 años y con rostros muy delgados, la cara luce de mayor edad. Además, después de los 60 años, la retracción de la dermis es mala y la piel tiende a lucir flácida, por lo tanto, es mejor buscar otras alternativas.
La bichectomía es el procedimiento estético más demandado en la actualidad.
Una opción menos invasiva
Otra posibilidad que funciona por sí sola, o se puede sumar a la bichectomía para potenciar los resultados, es la aplicación de enzimas de lipasa, la misma proteína que se encuentra en el sistema digestivo, y al inyectarse en ciertas concentraciones, ayuda a eliminar grasa y se obtiene un adelgazamiento natural en zonas específicas del rostro. “Se administra en el área de la papada en un intervalo de un mes. Es una preferencia para quienes se inclinan por una intervención menos invasiva a la hora de perfeccionar su estructura”, recomienda Ortiz Hofmann. Los resultados de las enzimas tienen una duración de un año y es necesario contar con apoyo nutricional si se quiere evitar la acumulación de grasa. “Para promover la elasticidad e impedir la flacidez en la zona de la papada, es necesario el uso de tecnología cosmética a partir de los 25 años. Por ejemplo, la radiofrecuencia fraccionada, al llegar a temperaturas elevadas, rompe las fibras de colágeno y promueve su producción, tensando la dermis”.
Otros métodos eficaces
En cuanto a la mandíbula, también es factible perfilarla por medio de la liposucción de papada extendida hasta la región auricular. Para ello, hay que examinar si el hueso mandibular se encuentra bien desarrollado o si es posible complementar con inyectables para darle una mejor estructura. El ácido hialurónico es funcional como método no invasivo, ofrece resultados inmediatos y su duración es anual. En cambio, si lo que se desea es un efecto definitivo, existe la prótesis de mentón. “Antes de aplicar cualquier inyectable, es vital que el paciente sepa que es imposible su aplicación sobre zonas con lesiones activas en la dermis, como el acné, ya que se puede generar una infección severa”, agrega el experto. El método más invasivo (pero por completo efectivo) es el lifting facial, que hace algunos años era una de las cirugías estéticas con mayor demanda debido a que no había una amplia cultura de prevención del envejecimiento y del uso de la toxina botulínica como instrumento anti-aging. Ahora, sólo se emplea para tratar a aquellos pacientes que presentan flacidez extrema. La operación consiste en realizar un pequeño corte en la parte de la oreja que pasa por detrás del cuero cabelludo. Se levanta la piel alrededor unos tres centímetros, con la intención de identificar el músculo platisma, y luego se anuda mediante puntos de suspensión con el objetivo de levantar la mejilla.
Los hombres no se quedan atrás
De acuerdo con la dermatóloga Ana Valencia, de la clínica Kaloni, los tratamientos de perfilación de rostro en varones han aumentado 50%. ¿El más buscado por quienes desean resultados sutiles sin tiempo de recuperación? La carboxiterapia y la bichectomía (técnica reductiva de mejillas) ultrasónica no quirúrgica, que se logra con tecnología HIPRO Body Equipment; ultrasonido focalizado de alta intensidad que utiliza energía térmica en la capa de grasa y ayuda a reducirla.
60% de los procedimientos estéticos se realiza en el rostro. 35% de los pacientes que buscan afinar el óvalo facial son hombres.
Sin duda, la orientación por lucir mejor y mostrar un rostro más simétrico y, por ende, perfecto, va en aumento. Asimismo, cada vez son más las personas que apuestan por ello. El análisis facial con ética de un profesional en el campo será clave para lograr el mejoramiento de las facciones, sin cruzar la delgada línea que puede tener como resultado la desfiguración facial.
ALIADOS EXTRA
1. Rodillo facial de jade, Casa Selva Botanicals. Al aplicar tus emolientes, realiza un ligero masaje en la parte baja de la mandíbula de manera ascendente para evitar la flacidez. 2. Ceramide Lift and Firm Sculpting Gel, Elizabeth Arden. Su solución ligera penetra en la dermis con rapidez para tonificar y fortalecer la superficie del rostro. Además, su aplicación con rodillo ayuda a promover la producción de colágeno. 3. Repairwear Uplifting Firming Cream, Clinique. Asegúrate de estimular la elastina natural y el colágeno durante la noche al nutrir la piel con una crema rica en antioxidantes.