El maquillaje es un gran aliado para conseguir una piel luminosa y tersa, sin embargo, algunos errores comunes al aplicarla pueden causar el efecto contrario. En esta ocasión te vamos a contar de algunos aspectos que debes evitar, sobre todo si tienes más de 50 años, ya que pueden arruinar tu makeup.
Usar una base demasiado pesada: las bases de alta cobertura pueden acentuar las líneas finas y la textura de la piel. Opta por fórmulas ligeras o bases con acabado satinado que ofrezcan una cobertura modulable y sean más hidratantes.
Aplicar demasiado producto: usar una cantidad excesiva de base puede hacer que el maquillaje se acumule en las líneas y arrugas. Aplica una capa fina y construye la cobertura según sea necesario, usando una esponja o brocha para difuminar bien.
Elegir el tono incorrecto: un tono de base que no coincida con tu color de piel puede hacer que tu rostro se vea apagado o desentonado. Asegúrate de probar la base en el área de la mandíbula o el cuello para encontrar el tono que mejor se adapte a tu piel.
No preparar la piel adecuadamente: la piel seca o deshidratada puede hacer que la base se vea desigual. Asegúrate de usar un buen hidratante y un primer adecuado para suavizar la piel y mejorar la aplicación de la base.
Omitir el primer: un primer puede ayudar a alisar la superficie de la piel y mejorar la adherencia de la base. Opta por un primer que minimice poros y líneas finas para un acabado más uniforme.
¿Qué es la base de maquillaje y para qué sirve?
La base de maquillaje es un producto líquido, en crema, en polvo o en gel que se aplica sobre el rostro. Su objetivo principal es mejorar el aspecto de la piel, proporcionándole un acabado más uniforme y cubriendo imperfecciones como manchas, rojeces o desiguales.