El corrector de ojos es uno de los productos más versátiles en las rutinas de maquillaje, pues además de ayudarte a disimular las ojeras, tiene otros usos como el crear un efecto lifting. Aquí te contamos de 3 maneras súper prácticas de conseguirlo.
El corrector es una de las herramientas más poderosas en cualquier rutina de maquillaje, pero a menudo subestimada, pues cuando se aplica estratégicamente, puede crear un efecto lifting que redefine el rostro, y ayuda a conseguir un aspecto más fresco y juvenil.
Técnicas de maquillaje lifting con corrector de ojos
Triángulo invertido bajo los ojos
Una de las técnicas más conocidas y que es muy efectiva es la del triángulo invertido bajo los ojos. Este método no solo corrige las ojeras, sino que también ilumina y levanta el área inferior de los ojos.
Para conseguirlo solo debes dibujar un triángulo con el corrector, donde la base quede justo bajo la línea de las pestañas inferiores y el vértice apunte hacia el centro de la mejilla. Luego, difumina suavemente con una esponja o brocha para evitar líneas duras. Este truco no solo cubre, sino que da la ilusión de unos pómulos más altos, eliminando cualquier signo de cansancio.
Levanta el arco de las cejas
El área alrededor de las cejas es clave para crear un efecto lifting, y el corrector puede ser tu mejor aliado. Aplica un poco de producto justo debajo del arco de la ceja y extiéndelo hacia el exterior.
Este pequeño tip no solo define mejor la forma de las cejas, sino que también eleva visualmente el área superior del rostro, creando un efecto de estiramiento natural.
Asegúrate de difuminar bien el corrector hacia la piel circundante para evitar un contraste marcado y conseguir un acabado suave y luminoso.
Ilumina el centro del rostro
Se trata de la zona de la cara que más refleja la luz y es crucial para lograr un efecto lifting. Aplica el corrector en el centro de la frente, a lo largo del puente de la nariz, en el centro de la barbilla y en la parte superior de los pómulos.
Luego, difumina bien estos puntos de luz con una brocha o esponja para que se integren con el resto del maquillaje. Este método es buno para iluminar el rostro pero también crea la ilusión de un rostro más estructurado y elevado.
