Proponemos un recorrido cómodo de 10 días a dos semanas ¡por esta divina región española!
El itinerario
Del primer al cuarto día: Madrid
Hay infinidad de hoteles fabulosos en la gran capital, entre ellos el Villa Real, el ME Madrid y el Westin Palace. Restaurantes divinos: El Paraguas, Ten Con Ten y El Perro y la Galleta, y algún café en la Plaza de Santa Ana. También aprovecha un día para irte de excursión a Toledo, Ávila y Segovia. Y en la mañana del quinto día, lánzate a tomar el tren de alta velocidad AVE a Córdoba.
Quinto día: Córdoba
El tren atravesará viñedos y olivares, y en dos horas y media llegará a esta pequeña e íntima ciudad. Sin duda, la mezquita te impactará: entras por una puertecita discreta, ¡y de pronto el lugar parece ?explotar? en enormes arcos de color rojo! Al haber sido capital de la Andalucía musulmana, sentirás al instante la herencia cultural y religiosa. Sus calles estrechas y los preciosos patios te prepararán para el misterio del Barrio de la Judería. También es cuna de toreros famosos, como ?Manolete? y ?Lagartijo?, y del célebre pintor Julio Romero de Torres, quien tiene aquí su museo.
Esta es una localidad preciosa para pasar la noche. Al día siguiente, en la tardecita, puedes tomar de nuevo el tren o un automóvil alquilado y en una hora, estarás en Sevilla.
Sexto a octavo día: Sevilla
Este sitio nos envuelve con su ritmo, gente y encanto. Y ya que en la zona antigua las atracciones turísticas se encuentran cerca, resulta ideal recorrerla a pie o en románticos coches de caballos. Te esperan tascas, chatos de vino (ir de bar en bar tomando pequeños vasos de esta bebida), gazpacho, tapas, cantos rocieros y flamencos e infinidad de historia. La simpatía de los sevillanos te hará ver la vida con una perspectiva más humana, bella y alegre. Esta aventura te ?abre? el espíritu, te contagia con el ritmo de su rumbita flamenca y te recuerda que estás viva.
Cuando llegues, corre a la catedral y al Barrio de Santa Cruz; pasea por sus calles, las pequeñas plazas, casitas blancas con balcones repletos de geranios y un ambiente encantador. Con mapa en mano, encuentra tus espacios favoritos. Para almorzar, sugerimos la cervecería Giralda, ubicada en lo que fueran unos baños árabes, y donde ofrecen unas tapas suculentas, así como croquetas de ternera, tosta de queso de cabra, chocos (un tipo de calamar) fritos y bocaditos de Camembert rellenos de langostinos.
Si subes a la torre Giralda, tendrás una vista maravillosa. También visita la impresionante catedral, su Patio de los Naranjos, el parque de María Luisa y la Plaza España.
Camina por la calle peatonal de Sierpes y contempla la capilla de San José. Al final, está la confitería La Campana, que data de 1885, y en la que podrás tomar un café maridado con ?dulces finos?. No dejes de acudir al Real Alcázar de Sevilla, aunque tengas que formarte, vale la pena. Rodeado de jardines llenos de fuentes, es un palacio construido por los musulmanes, ampliado en la segunda mitad del siglo XI por el rey Al-Mutamid. Cuatro siglos después, fue restaurado por el rey cristiano Pedro I. Es una edificación con mano de obra extraordinaria, que ha sido por más de 600 años una de las ?residencias oficiales? de los reyes de España.
Hay tantos lugares históricos hermosos que recomiendo permanecer tres o cuatro días en esta ciudad. No olvides incluir un paseo en barco por el río y la excursión a las ruinas romanas de Itálica, en Santiponce. También puedes cenar en Santa Cruz; ahí está el restaurante Doña Elvira, que, según se cuenta, es la casa donde nació Doña Inés, el gran amor de Don Juan Tenorio; degusta un ?pescaíto frito? en medio de una plaza rodeada de árboles de naranjo. Sus hoteles: el encantador Boutique Hotel Casa del Poeta, el palaciego Hotel Alfonso XIII, del Luxury Collection, el cómodo Hotel Inglaterra, el Doña María y el Hotel Palacio de Villapanes.
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Noveno y décimo día: Granada
De Sevilla a esta maravilla son aproximadamente dos horas, 45 minutos por carretera, atravesando el bello parque natural de las Sierras de Cazorla. Es de rigor conocer la colina del palacio del Alhambra y los jardines del Generalife, una joya de la arquitectura con fuentes únicas. ¡Los califas (sucesores de Mahoma) amaban los placeres, y escogieron el mejor sitio de la ciudad para su maravilloso palacio! Más tarde, en el centro, puedes visitar la catedral de Granada y la capilla real. El viaje puede terminar aquí, y regresar a casa vía una conexión en Madrid, o bien seguir a la costa.
Día onceavo al treceavo: Marbella
De Granada, en auto, conduce hacia este paraíso, que está a tan sólo dos horas y media.
En la Costa del Sol puedes pasar dos o tres días de descanso junto al Mediterráneo, en la playa, con atardeceres increíbles. El pueblito de Marbella, en el corazón de la ciudad, es precioso, está lleno de tienditas y restaurantes.
Puerto José Banús, a unos 15 minutos en coche, está de moda gracias a sus elegantes boutiques, restaurantes y yates.
Excursiones opcionales
Toma el tour de un día en barco a Tánger, en Marruecos, cruzando el estrecho de Gibraltar.
Segunda propuesta: paseo a Ronda, una ciudad mágica que se alza como si fuera un pueblo ?pintado? en las montañas, protegido por peliagudos barrancos. Recorre a pie y descubre viejos rincones de piedra, palacios e iglesias, especialmente la bella Santa María la Mayor ¡y su famosísima y antigua plaza de toros! Ronda, como una postal del encanto de Andalucía, es un lugar que nunca se olvida.
También puedes ir por un día a Jerez de la Frontera, ciudad de los Osborne y los Domecq. Conoce las bodegas y el espectáculo de los ?pasofino?, los famosos caballos andaluces, bellos animales de origen árabe a los que enseñan ¡a bailar!
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