Es un momento para tomar aire y sumergirse en las emociones más profundas, para transformarlas y que nos aligeren el alma. Reorganizar la economía personal, madurar y nutrir la espiritualidad serán buenas estrategias
Es un momento para tomar aire y sumergirse en las emociones más profundas, para transformarlas y que nos aligeren el alma. Reorganizar la economía personal, madurar y nutrir la espiritualidad serán buenas estrategias